Cultura

Joven y esperanzador proyecto

Programa: W.A. Mozart: Divertimento nº 1; B. Bartok: Rumanian Folk Dances; A. Vivaldi: Concierto para 4 violines; P.I. Tchaikovsky: Serenata para cuerdas mov. I y II. Lugar: Patio del Palacio Provincial de la Diputación de Cádiz. Día: 11 de agosto. Asistencia: Aforo completo.

Muchas horas de ensayos, un derroche de juventud, muchísimas ganas, un trabajo de selección previa conjunta con los tres conservatorios profesionales de grado medio de la Provincia de Cádiz: Jerez, Cádiz y La Línea, y la inestimable colaboración de The Soloist of London, es la tarjeta de visita que precedió a estos 32 jovencísimos músicos, estudiantes de la Provincia de Cádiz, en su debut como Orquesta Joven Provincial.

La producción responde a un proyecto del Patronato Provincial de Música Manuel de Falla, quien ha convocado un campamento de verano con estos estudiantes en Alcalá de los Gazules. Matt Robert de Soloist of London y Carlos Cherbuy de Diputación, batallando con los chavales para que todo se haga realidad: La ilusión y la esperanza, puestas en que el proyecto se consolide en el tiempo, y la Provincia cuente con una Orquesta Joven de cuerda.

Hubo gente que se quedó sin poder asistir al evento, por falta de espacio en el patio del Palacio de la Diputación, pero los que pudieron asistir a este primer concierto de la OJP, salieron encantados de esta experiencia, donde entre los 32 estudiantes se entremezclaron cuatro de los componentes de The Soloist of London, uno por cada cuerda. El resultado fue estupendo, y la orquesta sonó, convenciendo al público asistente de que hay madera en todos los sentidos, y en todas las cuerdas, pues entre los alumnos, pudimos ver algunos realmente aventajados, sobre todo en los violines, que apoyados por la seguridad de compartir con el maestro las dificultades del directo, pudieron ver amplificadas sus cualidades hacia algo más que una serie de proyectos de virtuosismo. Y eso que las tablas del patio de la Diputación no fueron un escenario fácil para la audición: El viento que hacía volar las partituras, y una indiscreta proximidad al espectador, que pone al descubierto rápidamente cualquier indecisión en el músico, cualquier entrada a destiempo, etc. Cosa por otro lado lógico y normal en una orquesta formada por estudiantes, aún no profesionales de la música.

Gabrielle Lester, directora y violinista en este debut de la Orquesta Joven, posee una importante trayectoria como violinista, es autora de numerosas grabaciones, y también es experta en dirigir orquestas juveniles. Lester escogió el programa con delicadeza, y con conocimiento de lo que puede dar de sí una orquesta joven: Cuatro obras conocidas de todos los públicos, pero no por ello menos difíciles en la ejecución. El divertimento nº1 de Mozart, para abrir el concierto debut de la orquesta. Algún que otro nervio e indecisión en las violas, y los violines luchando contra las rachas de viento que trataban de llevarse las partituras volando. Luego las Danzas Rumanas de Bartok, en una correcta interpretación. Muy bien los violines. Buen empaste y trabajo.

La segunda parte del concierto la abrió la Orquesta Joven con el Concierto para cuatro violines de Vivaldi. Una obra más difícil de abordar por la coordinación entre violines y violoncellos. Y por último, La Serenata para cuerdas de P.I. Tchaikovsky, donde la orquesta se explayó, con un estupendo trabajo de los violoncellos, y donde la directora abandonó su puesto de dirección, para sentarse en medio de la orquesta con su violín.

Prueba del encanto que despertó este concierto, joven y esperanzador, fue el "bis" (el vals de la serenata) a que se vio obligada Gabrielle Lester, por los aplausos del público, y eso que nos consta que no es amante de darlos tan fácilmente, los bises, evidentemente.

Bienvenida sea la Joven Orquesta Provincial. Ojalá salga adelante y sea cantera de mayores orquestas, tan necesitadas de ello.

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