El actor español Javier Bardem, ganador de un Oscar por su actuación en No es país para viejos de los hermanos Cohen, fue galardonado ayer con el Premio Nacional de Cinematografía 2008.

El jurado decidió así recompensarle "por las metas profesionales alcanzadas a lo largo de su ya dilatada carrera y especialmente en el año 2007, así como por su defensa de la profesión de actor y el compromiso constante con el cine español dentro y fuera de nuestras fronteras".

El ministro de Cultura español, César Antonio Molina, fue el encargado de comunicarle la concesión del premio al actor, quien se mostró "sorprendido y agradecido" por este galardón, dotado con 30.000 euros.

El premio "no es a mi persona sino a toda una profesión a la que amo e intento defender día a día, a través del trabajo", afirmó Bardem, tras conocer la distinción.

"Lo tomo como un abrazo cariñoso de la profesión, de los compañeros de mi país y eso me emociona profundamente. Agradezco al jurado y al Ministerio que me hayan concedido este galardón", añadió el actor.

El nuevo galardón se une a la larga lista de premios con los que ha sido distinguido el actor español en los últimos meses, su interpretación de un extraño asesino en No es país para viejos le ha valido, además del Oscar, el premio BAFTA en la misma categoría y un Globo de Oro, entre otros.

El galardón, concedido por el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), está destinado a "recompensar la aportación más sobresaliente en el ámbito cinematográfico español puesta de manifiesto a través de una obra hecha pública, o de una labor profesional desarrollada" durante el año anterior a su concesión.

El pasado año, el galardón recayó en el compositor español Alberto Iglesias, autor de las bandas sonoras de varias películas de Pedro Almodóvar como Todo sobre mi madre, Hable con ella o Los abrazos rotos, la cinta que actualmente está rodando el director manchego.

La carrera internacional de Javier Bardem comenzó de la mano del pintor Julian Schabell, quien le dirigió en Antes que anochezca, donde daba vida al poeta cubano Reinaldo Arenas y que le situó a las puertas del Oscar al ser nombrado candidato.

Bardem continuó deslumbrando en sus interpretaciones dentro del cine español, a las órdenes de cineastas como Amenábar, Fernando León o Mariano Barroso; mientras, acumulaba Goyas -tiene cuatro- y recibía continuas ofertas de Hollywood.

La relación de Javier Bardem con Hollywood siempre ha sido muy selectiva. Su papel en la película de los Cohen lo convertiría en todo Estados Unidos en uno de esos malvados clásicos, siendo comparado incluso con el Hannibal Lecter de El silencio de los corderos.

Los Cohen le dieron su gran oportunidad, la de convertirse en el primer actor español en lograr el Oscar. Pero Bardem ha trabajado también con cineastas de la talla de Milos Forman, Los fantasmas de Goya, y Woody Allen, Vicky Cristtina Barcelona.