La trayectoria artística de José Manuel Paredes es suficientemente conocida y valorada. Ha expuesto individualmente en el Museo de Cádiz y en la Casa Pemán de la Fundación Cajasol, en el Centro Cultural Alfonso X, El Sabio y en la Casa Grande de Vistahermosa de El Puerto, así como, en dos ocasiones en Jerez, en las Salas ArteaDiario y Pescadería, respectivamente. Su obra es, además, conocida en los segmentos más populares porque es el autor de las pinturas que cubren los grandes paneles de hormigón y los múltiples espacios del malecón de Puerto Sherry. Es, por tanto, un pintor de extensa carrera cuya obra, poderosa, colorista y expresiva, no pasa desapercibida y es de fácil identificación.

A José Manuel Paredes lo hemos visto en distintos momentos de un solvente discurrir pictórico y, siempre, nos ha parecido un artista consumado, sabio ilustrador de una realidad que él posiciona con personal planteamiento estético; pintor grande de los que tiene la pintura metida en la cabeza y en el alma, autor de una valiente figuración en la que se manifiesta, de forma clara y evidente, una poderosa conformación plástica, unas estructuras muy bien delimitadas en una escenografía personal donde los propios esquemas cromáticos compartimentan un paisaje supeditado, sobremanera, a la fuerza todopoderosa del color. Éste ha dejado una impronta constitutiva que abarca todo el espectro artístico, desde la representación más concreta hasta la más esencial, desde la que se posiciona la perspectiva en su dimensión exacta hasta la que diluye su sentido tradicional y parcela la imagen en estratos lineales, desde la que promueve una abstracción evocadora hasta la que hace transitar a la mirada por una no imitación básica y esencial.

Con esta exposición vuelve a Jerez a un escenario histórico, el Palacio del Virrey Laserna, allí donde Asís Moreno dirige una sala de exposiciones. En ella el artista portuense expande su sabiduría; una sabiduría infinitamente más madura, que se ha quedado solamente con un desarrollo plástico lleno de sutileza, de esencialidad y categoría artística. Una muestra que nos conduce por un conjunto de pinturas que nos plantea su abierta y variada concepción, que nos pone en sintonía total con ese paisaje tan suyo donde los elementos se suceden en un primer plano con una única línea descriptiva, con esas naturalezas muertas en las que la sencillez del motivo proyecta, sin embargo, toda una máxima expresividad, con esas pseudoabstracciones en las que el pintor domina la materia plástica hasta tal punto que, ésta, con infinitamente poco, desencadena un profundísimo organigrama de mediatas referencias. En sus obras, José Manuel Paredes programa una realidad artística extrema, superior, intensa, llena de dimensión plástica y gran acierto compositivo.

Estamos ante una pintura poseída de vigor creativo, de fortaleza constituyente, de sapiencia y de rigor; una pintura de máximos salida de sabios mínimos que nos pone ante los parámetros de un pintor con sumo criterio artístico e infinitas luces creativas.