La formación de la identidad y la fuerza del destino son algunos de los asuntos que el periodista canario Fernando Delgado tocó en la tarde de ayer en el Baluarte de la Candelaria, a tenor de la presentación de su última novela, De una vida a otra (Planeta).

En el acto habló de la vida dura de un niño de reformatorio de los años 60, Román, que contacta por internet con su profesor de arte del reformatorio, al que va contando todos los recuerdos sobre su adolescencia en el internado. En sus conversaciones le explica, entre otros aspectos, cómo pasó de ser un niño bien, a acabar encerrado en un internado. Una vivencia en la que el protagonista se ve abocado a inventar una vida diferente para no afrontar una realidad demasiado dolorosa.

La historia surgió, tras como ha explicado su autor, a raíz de su experiencia personal en uno de estos correccionales canarios donde trabajaba impartiendo clases. Un día vio cómo se llevaron a un chico esposado hacia un reformatorio de la península y más adelante descubrió que no había cometido delito alguno.

Fernando Delgado, premio Planeta por La mirada del otro, fue presentado por el periodista de la Ser, Pedro Espinosa.