día del libro

Duelos de firmas en un Sant Jordi saturado

  • Rostros mediáticos y 'youtubers' movilizan a un lector joven

  • Mendoza y Aramburu, presentes en la jornada

Dolores Redondo posa para un 'selfie' con una admiradora.

Dolores Redondo posa para un 'selfie' con una admiradora. / efe

Albert Espinosa y Blue Jeans han protagonizado un duelo de titanes en el Paseo de Gracia a golpe de firmas en la soleada mañana de Sant Jordi, a ambos extremos de una larga mesa. Con colas de 500 personas cada uno, Espinosa recibía a sus lectores/fans de pie, los abrazaba y finalmente les regalaba camisetas con el título de su última novela, Lo que te diré cuando te vuelva a ver, mientras Blue Jeans, sentado, les obsequiaba con un punto de libro.

En medio de la mesa, también de pie, la premio Planeta Dolores Redondo ha firmado hasta la extenuación y con ayuda de una asistente de prensa sincronizaba la firma con la foto para arañar segundos. El dispositivo no ha impedido que varias decenas se hayan quedado a las puertas de la gloria, mientras ella ponía cara de circunstancias hacia la siguiente librería.

El ritual de las firmas reencuentra a personajes aparentemente distantes como Risto Mejide abrazado al juez Baltasar Garzón, y puede suplir a Facebook, como ha podido vivir Ignacio Martínez de Pisón: "Ha venido con un libro un compañero del colegio de Logroño que hacía 50 años que no veía y que naturalmente no había reconocido".

La norteamericana Siri Hustvedt debutaba en el Día del Libro barcelonés. La escritora encontró la cita muy "emotiva" ya que "todos los lectores que se acercan han leído el libro y son elogiosos". Sin embargo, ve difícil exportar la idea a otros lugares: "Sant Jordi tiene una metodología que en otros lugares no sería posible, pero se podrían inventar diferentes formas para cada ciudad".

Una de las estrellas de la jornada, que tampoco ha parado de firmar, ha sido el flamante Premio Nacional de la Crítica en lengua castellana Fernando Aramburu, que podría convertir el día en el "Sant Jordi más patriótico". En su primer Sant Jordi, el autor no ha podido disimular su "emoción" y en el trasiego entre librería y librería se sentía cual "Charlot de Tiempos modernos". Por la tarde, se incorporaría a la cita el último Premio Cervantes, Eduardo Mendoza.

Las dedicatorias son de los más variado, desde la rosa con tampón que estampaba Jenn Díaz, a los dibujos que incluía el cocinero Jordi Cruz o los agradecimientos en alfabeto griego que Petros Márkaris dedicaba a petición.

Autores, editores y libreros coincidían en señalar que la circunstancia de un Sant Jordi en domingo, en un día caluroso y soleado, con los comercios abiertos, ha propiciado que las calles más céntricas de Barcelona se hayan saturado de lectores y curiosos en una edición en la que además, la apuesta por la proyección mediática de personajes, como el chef Jordi Cruz -su libro, Tapas con rock and roll, ha cosechado ventas de casi un libro por minuto- o el presentador Christian Gálvez, ha seguido haciéndose fuerte. Ambos han conseguido largas colas y gran número de ventas, algo que también han logrado varios iconos adolescentes, como las youtubers e instagrammers Dulcinea y Chusita.

Entre rostros reconocibles como el de Gemma Mengual, Pablo Carbonell o Sandra Barneda, el de la periodista Samanta Villar, a la que su primer Sant Jordi le ha servido para recibir el calor del público tras las críticas recibidas por su último libro, Madre hay más que una, y a la que decenas de mujeres le han dado las gracias por salirse "del discurso único".

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