l Hacer una crema inglesa: Calentar en un cazo la nata, la leche y las yemas a fuego bajo, hasta obtener una temperatura de 80ºC sin dejar de remover y evitando que hierva, porque se cuecen las yemas y la preparación se corta. Colar con un chino (colador en forma de cono) y reservar en un bol.
l Añadir la gelatina (previamente puesta en remojo con agua y hielo) y remover hasta que se disuelva.
l Trocear el chocolate blanco y ponerlo en un recipiente. Añadirle la mezcla anterior (la crema inglesa) y mezclar suavemente, disolviendo el chocolate, hasta que se obtenga una mezcla homogénea.
l Dejar enfriar e introducir en la nevera hasta que cuaje.
l Montar la mantequilla a punto de pomada (que tenga una textura blanda y cremosa) con el azúcar y la sal, con una batidora, utilizando el accesorio de varillas. Añadir las yemas y mezclar bien.
l Si tenemos pala (accesorio para mezclar), sustituirla por la varilla; en caso contrario, seguir utilizando el accesorio de varillas.
l Incorporar la harina, la levadura y mezclar bien. Enfriar un poco, estirar con un rodillo y hacer pequeñas bolitas.
l Disponerlas en una bandeja de horno engrasada, o en papel y hornear unos 10 minutos a 180ºC, hasta que estén doradas.
l Hacer un almíbar con el agua y el azúcar. Dejar enfriar y mezclar con la pulpa de frambuesa.
l En una copa colocar un poco de coulis de frambuesa. Después unos trozos de Sableé Bretón, seguidamente varios tipos de frutos rojos cortados o enteros.
l Por último un poco de cremoso de chocolate utilizando una manga pastelera.
l Decorar con un caramelo de frambuesa o como se desee.
l La pulpa de frambuesa puede hacerse batiendo las frambuesas y colándola. Podemos utilizar otras frutas como fresas, moras, mango, etc...
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