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Cultura

El Cómico, un antes y un después

  • Se inaugura el enclave que ha marcado la historia de Gadir y lo sitúa en el mundo Otros hallazgos anteriores presagiaban la fundación fenicia de la ciudad

En el corazón de Gadir, en el punto más alto de la isla de Erytheia, late la historia de Cádiz. La historia de su fundación por nuestros ancestros los fenicios. En este punto alto de la calle San Miguel, donde hoy asistiremos a un día grande para la arqueología gaditana y mundial con la inauguración del Yacimiento Gadir, se tantearon en 2002 los primeros restos que atestiguaban el asentamiento estable en nuestra tierra de estos avispados comerciantes.

El casual hallazgo durante unos sondeos de una ocupación fenicia arcaica invitaba a continuar la excavación en extensión de esta parcela de 500 metros cuadrados que marcaría un antes y un después en la historia de la ciudad.

Un antes, repleto de presagios y abundante literatura que avanzaban aquellos presumibles 3000 años, con la aparición en las últimas décadas de numerosos vestigios fenicios que aupaban esta idea. Y un después, un ahora, que desde este nuevo enclave arqueológico termina de constatar en fechas su fundación, situando a Gadir en el mundo fenicio, como uno de las más importantes núcleos de operaciones comerciales en las rutas marítimas de la Antigüedad, hasta liderar el denominado Círculo del Estrecho. Un yacimiento donde recorrer nuestro relevante pasado fenicio, desde el siglo IX a.C., en un paseo interactivo por sus calles, casas, animales y costumbres como telón de fondo, alcanzando incluso niveles romanos, pues también surgieron restos de una factoría de salazones.

Desde que comenzara en 2006 y hasta 2010 aquella ejemplar excavación emprendida por los arqueólogos José María Gener, Juan Miguel Pajuelo y María de los Ángeles Navarro, han aparecido en este espacio un total de ocho viviendas distribuidas en dos terrazas y ubicadas en el trazado de dos calles pavimentadas, que se han puesto en valor con elementos de cocina, aparte de la factoría de salazones del siglo I-II d.C. En una de las viviendas apareció un taller de alfarería, y restos de un torno de alfarero, grandes recipientes rellenos de tinte y utensilios de hueso y marfil para la decoración de la cerámicas. La excavación seguía sorprendiendo con el horno con cinco bulas de arcilla para sellar, entre otras piezas. Un entorno que resultaría familiar al personaje estrella que guiará a todos por el fascinante viaje al pasado, el cadáver de Valentín, que adoptaría el nombre fenicio de Mattan.

Esta actuación se ha llevado a cabo -con numerosos obstáculos en su camino-, de forma paralela al levantamiento del Teatro de Títeres de la Tía Norica, gracias a un sistema de micropilotaje que permitía combinar ambas actuaciones, la obra y la excavación. Además, los restos tuvieron que ser consolidados para evitar su involución al estado originario, pues las construcciones fenicias eran de tipo arenisca, poco resistentes.

Pero no sólo es un yacimiento ejemplar por el filón que este terreno ha supuesto para la comunidad científica local e internacional, figurando en prestigiosas revistas y publicaciones, sino por los múltiples estudios paralelos que se están realizando, gracias al empuje de un equipo multidisciplinar que ha sabido exprimir hasta la última gota de una historia que bien merecía ser contada, por ser el comienzo de la nuestra, precisamente. El empuje del Ayuntamiento de Cádiz, con el respaldo económico de los Fondos Feder -fundamentalmente-, y el IEDT de Diputación han sido cruciales.

"Aunque somos conscientes a nivel científico y académico, nos daremos cuenta de la importancia del Cómico con perspectiva histórica. La ciudadanía de Cádiz siempre ha estado concienciada con su pasado fenicio y lo hace suyo. Cuando tengamos la oportunidad de poder acceder a este lugar y la gente entienda y vea lo que sabíamos por la leyenda, será realmente importante", comenta Ana Niveau, profesora del Departamento de Historia, Geografía y Filosofía de la UCA.

Esta experta en época fenicia púnica, que se muestra gratamente sorprendida con el resultado del yacimiento, corrobora que el Cómico ha supuesto un antes y un después, incluso en la comunidad científica internacional, "siempre atenta a todo cuanto acontece en este yacimiento". Tanto es así que asegura que Gadir siempre ha sido un foco de atención en los Foros Internacionales del Mundo Fenicio Púnico que se celebran cada cuatro años. "En el 95 fue en Cádiz, y no había apenas nada que contar salvo los primeros descubrimientos de cerámica antigua de Santa María. Pero cuando surgió el Cómico fue el tema estrella. Y muchos científicos vienen a verlo".

Para Niveau el trabajo emprendido "también es un exponente claro de cómo la arqueología hoy en día se vale de las ciencias auxiliares con análisis de todo tipo". Porque casi ningún elemento se ha escapado de todo tipo de análisis como el de ADN -realizados en Mattan, que pone cara al yacimiento gracias también a los estudios paleopatológicos-; análisis carpológicos de los carbones para el estudio del medio natural; antropológicos; paleográficos, antrocológicos, de radiocarbono, faunístico e incluso de la metalografía. "Estudios que continúan, que hay que asimilar para dar coherencia al discurso histórico".

Un discurso que hoy pasará a la historia desde el corazón del yacimiento Cómico, donde también se contextualizará al visitante en el Cádiz fenicio, del que se han constatado numerosos datos servidos en sus yacimientos.

Un reguero de excavaciones nos habla del paso de los fenicios por Cádiz. Se concentran fundamentalmente la isla de Erytheia, donde presumiblemente se asentó el núcleo poblacional, quedando en Kotinoussa la parte dedicada a la vida en el más allá, con la necrópolis, a la que se han asociado numerosas piezas y ajuares que aportaron mucha información sobre sus costumbres, y la presencia del templo de Baal Hamon (Kronion) en la zona del Castillo de San Sebastián. Completa la tríada templaria el centro dedicado a Astarté, que sitúan en Santa Catalina -también en Erytheia-, y el de Melkart, en Sancti Petri.

Fue en junio de 1887 cuando apareció en Punta de Vaca el sarcófago antropoide fenicio masculino (S.V a.C), cuyo descubrimiento se tradujo nada menos que en el inicio de la colección arqueológica del futuro Museo de Cádiz. Un descubrimiento que revolucionó la arqueología a nivel mundial, cuando apenas existían nociones científicas y de protección del patrimonio. Algunas décadas más tarde, en 1980, resurgiría su compañera actual, el sarcófago femenino, enterrado bajo un chalé en la calle Ruiz de Alda -actual Parlamento-, mientras que en 1997 se descubría otro de los enclaves arqueológicos más relevantes y ricos de la ciudad junto al Teatro Romano, la Casa del Obispo, lugar de culto de varias civilizaciones. De época fenicia aparecieron aquí restos precisamente del primitivo asentamiento, en concreto muros, pavimento, un zócalo y cerámica. Pero también asomó en este punto una de las piezas estrella del yacimiento, el anillo de oro que atesoraba el monumento funerario en el exterior del edificio.

Fueron muy importantes los numerosos hallazgos en Punta del Nao, en la Caleta, con exvotos a modo de agradecimiento a sus dioses en forma de figurillas de bronce, terracotas y cerámicas que hablaban de la religiosidad de los marinos fenicios.

Entre otros hallazgos destaca en 2004 los trabajos de Ancha, donde localizaron importantes pruebas de la presencia fenicia arcaica en la ciudad. Apareció abundante vajilla doméstica y alimentos como huevos de avestruz, cañaíllas, burgaíllos y muergos, así como la primera inscripción fenicia arcaica. En Cánovas del Castillo también encontraron muchos materiales y cerámicas arcaicos, y en Concepción Arenal, varias dependencias de planta rectangular con muros y cimientos labrados en roca ostionera. Completan el enigmático plano de Gadir los hallazgos más recientes en la calle Hércules del VII a.C y las cerámicas localizadas del siglo V al III a.C cerca de la iglesia del Carmen. El último gran descubrimiento se produjo el año pasado en el solar de Subdelegación, con ocho tumbas de la necrópolis fenicia púnica del siglo V-VI a.C, en cuyo interior sorprendió un valiosísimo ajuar que puede verse en el Museo de Cádiz.

La historia continúa escribiéndose desde la investigación que se lleva a cabo de los restos de esta preciada joya que es el Cómico, pero son muchas las incógnitas que yacen bajo el suelo que pisamos. Los expertos hablan de nuevos restos por descubrir, algunos al alcance de la mano, otros supeditados a la suerte. A la de encontrar nuevas claves que permitan continuar avanzando en el descubrimiento del urbanismo gadirita.

Ana Niveau, de la UCA, se centra en una de las grandes preguntas que precisamente lanza el Yacimiento Gadir desde la figura de Mattan, que apareció calcinado en este terreno. Algo debió ocurrir, provocando el segundo abandono que se vivió a principios del siglo VI a. C. "Todavía se desconoce hacia dónde se desplazó la población una vez que se abandona este núcleo arcaico". Hay varias teorías, pero aún no se ha encontrado nada. Además, "de la época fenicia arcaica no han aparecido restos de su necrópolis, pues se practicaba la incineración 'in situ'. Aunque han salido bastantes enterramientos de época púnica", señala.

Y aunque todo apunta que Gadir se fundó siguiendo patrones urbanos de ciudades fenicias como Tiro, poco se sabe de su fisionomía. Ni tan siquiera de las murallas de una ciudad que como su propio nombre indica, Gadir, significa recinto amurallado. Son los enigmas de una relevante ciudad que también resurgía en 2010 en el Castillo de San Sebastián con la aparición de algunas estructuras fenicias asociadas al más allá, y donde algunos expertos ven el futuro de esta historia que, sin duda, continuará...

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