El cine iraní fue una de las sorpresas en el panorama internacional hace 20 años, cuando fue descubierto en festivales gracias entre otras cosas a figuras como Abba Kiarostami. Hoy es desgraciadamente noticia por la represión que el régimen islámico de Teherán ejerce sobre sus cineastas, como lo ocurrido recientemente con Jafar Panahi, encarcelado e inhabilitado para ejercer su profesión por molestar. El reciente festival de Berlín se acordó de él.

Sea como fuere, a pesar de tantas dificultades, el cine iraní sigue avanzando, como demuestra A propósito de Elly, que se presenta esta tarde en Campus Cinema Alcances. De hecho, a este film le pasa lo contrario que a Panahi, pues el presidente del país, el polémico Ahmadinejad, ordenó su inclusión en el Festival de Teherán. Es el cuarto largometraje de uno de los directores iraníes emergentes Asghar Farhadi. Cuenta una historia donde se mezcla inmigración y misterio. Un iraní que vive emigrado en Alemania regresa unos días a su país natal. Se acaba de divorciar de una germana. Un grupo de amigos le organiza unas vacaciones junto al Caspio. Entre ellos, una mujer que invita a la profesora de su hijo, con la clara intención de que congenie con el inmigrante. Sin embargo, el segundo día de estancia la maestra desaparece. Las especulaciones sobre lo que puede haber ocurrido ensombrecen el viaje.