El patrimonio urbanístico, histórico y cultural de la ciudad de Cádiz se enriqueció ayer con la confirmación oficial de una relevante donación: el edificio del Casino Gaditano, continente y contenido, pasará a ser propiedad del Ayuntamiento de Cádiz y con él su valioso fondo bibliográfico, una nutrida biblioteca donde, entre otros documentos y volúmenes destacados, se encuentran todos los decretos y actas de las Cortes de 1812. ¿Valor? "Esto no tiene precio", contestaba ayer a la pregunta el presidente del Casino Gaditano, Miguel Nuche, que valoraba la decisión desde un punto de vista público: "Esta donación se hace en beneficio de la ciudad".

La junta local que celebró ayer el equipo de gobierno del Ayuntamiento de la capital gaditana, según informó la alcaldesa Teófila Martínez, aprobó el documento por el que aceptaba oficialmente la donación del edificio del Casino Gaditano, ubicado en la plaza de San Antonio, y de su fondo bibliográfico, donde en la actualidad tiene su sede la Fundación de Estudios Constitucionales. El convenio entre el Casino y el Ayuntamiento tomará cuerpo en próximas fechas, cuando se perfile un documento con el reglamento de funcionamiento interno, explicó Martínez, y se firme la donación.

Gracias a este convenio, el Casino Gaditano cede al Ayuntamiento el edificio, con la biblioteca y el archivo incluido, a cambio de que el Consistorio asuma, según se informa desde el Ayuntamiento, una serie de condiciones, como la permanencia en el edificio de las instituciones y entidades que alberga: el propio Casino, con las actividades que desarrolla para sus socios; Cajasol, que ocupa la última planta, y el Centro de Estudios Constitucionales. El Ayuntamiento, además, se encargará del mantenimiento del edificio, cuyo coste, como señala Miguel Nuche, es "muy fuerte para las manos privadas".

"Se trata de una donación modal -aclara Nuche-. Ése es el concepto jurídico. Con este convenio ambas partes se comprometen a algo".

El presidente del Casino Gaditano se mostraba ayer satisfecho por la aceptación por parte del Ayuntamiento de la donación, y enmarcaba el acuerdo en el deseo del propio Casino de "asegurar el patrimonio de la institución, que ahora será de la ciudad y que queda de esta manera garantizado".

Miguel Nuche estima, pues, que el convenio será beneficioso para la ciudad y para el propio Casino, como institución e incluso como edificio, como bien inmueble, ya que el acuerdo incluye la continuidad de las entidades que dan vida diariamente al histórico edificio, lo que resultaba vital para la institución que dirige Nuche. El Casino, así, mantendrá su actividad ciudadana, cultural y administrativa, con la permanencia de Cajasol y del Centro de Estudios Constitucionales, uno de los pilares del edificio de cara al futuro.

El presidente, de hecho, está convencido de que el convenio redundará también en la celebración del Bicentenario dentro de tres años, pues la Fundación de Estudios Constitucionales se convertirá con sus cuatro patrones -Ayuntamiento, Universidad, Cajasol y el Casino- en uno de los ejes de la celebración. No en vano, la espléndida biblioteca del Casino alberga, con más de 700.000 papeles, todas las actas y decretos de las Cortes que se reunieron en 1812 en el Oratorio de San Felipe Neri para dar legalidad a la primera Constitución Española.

"Para nosotros es muy importante que este legado se mantenga, se cuide, se vigile, al tiempo que se pone, como ya está, a disposición de los ciudadanos, y esta donación garantiza estas cuestiones. El patrimonio del Casino se asegura en la ciudad y, al mismo tiempo, pienso que se enriquece la actividad cultural del propio Casino. Esto se hace en beneficio de la ciudad y, desde luego, no se puede calcular su valor. Esto no tiene precio".

El Casino Gaditano tiene digitalizado todo su fondo bibliográfico del Doce, los más de 700.000 papeles con documentos históricos de gran valor, y se puede consultar a través de internet, según explica Nuche, además de tener las bibliotecas las puertas abiertas para que cualquier investigador pueda consultar y analizar los ricos fondos que allí se guardan.