Dice David Bisbal que lo más complicado de hacer un disco es conciliar "la propia esencia" del artista sin perder de vista "los sonidos más actuales". Esta sentencia se ha convertido en la carta de navegación que ha guiado su travesía en Hijos del mar, el último disco del artista almeriense con el que se sumerge en el pop electrónico.

Un "sonido diferente", y que "nunca" ha hecho "hasta ahora", que el intérprete presentó ante sus seguidores de los clubs de fans y medios de comunicación de casi toda la geografía española con un pequeño adelanto en directo del nuevo repertorio durante el mediodía de ayer en el auditorio del crucero Costa Mágica, en aguas de Barcelona.

Pero antes de embelesar a sus seguidoras -de todas las edades y de igual efusividad- con temas como Antes que no, coreado ya concienzudamente por las aficionadas, Lo tengas o no, compuesto por la cordobesa Vega que "siempre acierta" con Bisbal, como él mismo reconoce, o Duele demasiado, una canción cuyos derechos autor del intérprete irán destinados a Unicef, el artista multiplatino quiso explicar a los asistentes los pormenores de un trabajo que le ha supuesto "muchas complejidades técnicas" tanto por la inmersión en "un sonido que nunca he presentado" como por unas canciones que "son muy exigentes".

Así, con Hijos del mar el poseedor de dos discos de Diamante y de cuatros discos Triple Platino zarpa, como tildaba el presentador de la cita, el periodista gaditano Juan Ochoa, hacia un nuevo viaje discográfico tras dos años de su último lanzamiento. "En noviembre de 2015, cuando terminamos con la gira anterior, emprendí un tour creativo", confiesa, que le llevó por Suecia, Inglaterra y Estados Unidos. "Igual que hacemos giras de promoción y de conciertos, esta vez diseñamos un tour para componer, para inspirarme para la composición y grabación del disco", asegura el ganador de dos Grammys Latinos y dos premios Billboard que ha encontrado sus mejores compañeros de viaje en este proceso en la mencionada Vega, Antonio Orozco, el malagueño Pablo López, "un muchacho que está dando mucho que hablar y que compone de una manera exquisita", alaba, Andreas Óhrm, Jeeves, Claudia Brant, Martin Wilk y Glen Eriksson, entre otros.

Diferentes pasajeros en Hijos del mar y seis capitanes, seis productores, un número que ha sido "todo un acierto", asegura Bisbal, que piensa que le han dado "a cada canción el carácter que necesitaba". "En Estocolmo, por ejemplo, trabajamos con dos equipos, uno para los temas más tropical house y otros para los más electrónicos", ejemplificaba.

Una travesía que le ha "enriquecido mucho", asevera, a nivel profesional y personal. "En ese tiempo me han pasado muchas cosas buenas y siento que a nivel personal estoy en mi mejor momento y a nivel profesional me siento más preparado que nunca para lo que viene, para todo lo que venga", relataba sólo interrumpido por un aplauso cariñoso del auditorio en el que también se encontraba su actual pareja, Rosanna Zanetti, rodeada por un mar de cámaras e iluminada por los reflejos de los flashes.

Habló también Bisbal de la "importancia" de su familia y del orgullo con el que exhibe "por todos los conciertos en los que voy por el mundo" las imágenes de su tierra, de Almería, siempre protagonista en alguno de sus videoclips. Hijos del mar, del que adelantó que tendrá "un segundo volumen con nuevas canciones a mitad de año", no podía ser menos, con lo que Almería se volverá a ir de gira con Bisbal - "¡me llevo mi casa conmigo!", se congratula- y, como suele ser habitual, también será el punto de partida de la gira que arrancará el 2 de junio de 2017. Un tour que llegará a Sevilla el 27 de septiembre y que tiene fechas también en Valencia, Barcelona, Zaragoza, Alicante, Madrid y Bilbao.