La Berlinale entregó ayer el Oso de Oro a una muy original historia de amor húngara, Teströl és lélekröl (On Body and Soul), mientras que reservó el de Plata, que reconoce la mejor dirección, al finlandés Aki Kaurismäki, por The Other Side of Hope. El chileno Sebastián Lelio se hizo con el galardón al mejor guión por Una mujer fantástica. El jurado internacional concedió además el Gran Premio Especial a la poderosa historia de una indómita mujer africana, Felicité, dirigida por el franco-senegalés Alain Gomis.

El Oso de Plata a la mejor interpretación masculina fue para el alemán Georg Friedrich, por su papel de padre atribulado en busca de comunicación con un adolescente en Bright Nights, del alemán Thomas Arslan; una decisión que resultó sorprendente para muchos ya que la película no estuvo entre las mejor acogidas del festival. En el apartado femenino el premio fue para la coreana Kim Minhee por On the Beach at Night Alone, de su compatriota el prolífico Hong Sang-soo, toda una estrella en el circuito festivalero internacional; un reconocimiento que ímplicitamente parece dirigirse también al cineasta, quien junto con Aki Kaurismäki acudía a esta edición de la Berlinale como uno de los grandes favoritos a los premios importantes.

El Gran Premio Especial fue para la poderosa historia de una indómita mujer africana, 'Felicité'

Sebastián Lelio, por su parte, que regresaba al festival avalado por el éxito logrado en 2013 con Gloria -Oso de Plata para su protagonista, Paulina García-, se fue de nuevo con premio, esta vez para el guión, por su valiente película, una coproducción chileno-española-alemana que aborda con la mayor naturalidad el rechazo social y las humillaciones que sufre una mujer transgénero. Una mujer fantástica obtuvo asimismo el Premio Teddy a la mejor película de contenido LGBT, así como una mención especial de los premios ecuménicos, ambos otorgados por jurados independientes.

El jurado oficial de esta 67 Berlinale estaba presidido por el director y guionista holandés Paul Verhoeven y contaba entre sus miembros con el actor y realizador mexicano Diego Luna. Completaron el equipo la actriz alemana Julia Jentsch, su colega estadounidense Maggie Gyllenhaal, el artista islandés Olafur Eliasson, el director chino Wang Quan'an y la productora tunecina Dora Bouchoucha Fourati.

Un total de 18 películas competían por los Osos de la Berlinale, que de acuerdo a su conocida vocación de festival comprometido mostró filmes con mensajes políticos y sociales, con ejes temáticos como el drama de los refugiados sirios (abordado por Kaurismäki a su inconfundible manera, humanista y tragicómica) o la diversidad sexual (Lelio, por ejemplo). Contó con presencias estelares como las de Richard Gere, Catherine Deveune, Robert Pattinson y Hugh Jackmann, aunque principalmente al frente de películas fuera de concurso.

A lo largo de diez días, la Berlinale exhibió unos 400 filmes, en sus distintas secciones, y se pusieron a la venta para el público general unas 330.000 entradas, haciendo gala de su condición de festival popular.