Cultura

Aullidos en la noche inglesa

  • Tras muchos problemas en su producción llega por fin a las pantallas la nueva versión del Hombre Lobo protagonizada por Benicio del Toro y Anthony Hopkins

Los clásicos del terror nunca mueren. Puede que aparezcan nuevos modelos de horror, que los psicópatas o los Freddy Kruegers de turno se enseñoreen de las pantallas, pero el canon clásico puesto en marcha por la Universal en los años 30 no pierde su sitio. Así, las momias, Frankesteins, vampiros y hombres lobo reaparecen de vez en cuando como una muestra de su carácter inmortal. Sin embargo, dentro de estos iconos de lo fantástico hay clases. De todos ellos es Drácula y sus variantes los que controlan el tema. Veánse los recientes éxitos de Crepúsculo o Déjame entrar, que demuestran la paradójica vitalidad de los no-muertos. El monstruo del Doctor Frankenstein duerme desde que Kenneth Brannagh hiciese su ya lejana versión. La momia resucitó de forma espectacular de la mano de Brendan Fraser. Quedaba el que siempre ha sido el hermano pequeño de todos ellos, el desdichado hombre lobo. Es sin duda el que ha tenido peor suerte en el cine, siendo víctima de infames subproductos, el llorado Paul Naschy a la cabeza. En esta fiebre de remakes y nuevas versiones, ha llegado tarde.

El Hombre Lobo, que se estrena hoy viernes, intenta poner remedio a esta discriminación. Es un film un tanto a contracorriente. Si los actuales vampiros y momias buscan nuevas tuercas a los clásicos personajes o bien se unen a las nuevas modas del cine de acción y efectos especiales. Sin embargo, el film de Joe Jonhston bebe directamente del clásico protagonizado en 1941 por el mítico Lon Chaney Jr., considerada la versión canónica del hombre lobo. Incluso en estos tiempos dominados por los ordenadores en los efectos especiales, se contrató a un clásico del maquillaje, Rick Baker, para las transformaciones de Larry Talbot. No obstante, la maldición que persigue al protagonista de esta historia se cebó en el film. Se empezó a rodar en febrero de 2008 con intenciones de estrenarlo hace un año justo, pero surgieron muchos problemas. El primer director, Mark Romanek, abandonó a los pocos días disgustado con el rumbo que la productora quería imponer al film. Johnston entró pero obligó a cambiar el guión. En postproducción, el añadido de los efectos especiales se llevó más tiempo del esperado. Empero, lo más grave fue que en los pases de prueba el público reaccionó con gran frialdad, lo que obligó a añadir dos nuevas secuencias, entre ellas una espectacular persecución. Tras tantos vaivenes, por fin el film vio la luz

Donde no se miraron gastos fue en el reparto. Benicio del Toro como el infausto Larry Talbot (a pesar de su aspecto físico más bien poco británico), Anthony Hopkins como su padre y Emily Blunt como su candidata a cuñada son el trío protagonista. También hay papeles para Geraldine Chaplin y Hugo Weaving. La historia nos presenta a Larry Talbot, un hombre que se alejó de su familia por diferencias con su padre. Sin embargo, a su retiro acude la novia de su hermano, que le dice que éste ha desaparecido, lo que le hace regresar a casa. Coincide esto con una serie de brutales muertes en la zona en las que parece implicada una singular bestia. Larry descubre lo que hay y lucha contra la criatura, pero esta le muerde traspasándole su maldición, convirtiéndole en un temible hombre lobo.

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