El arte en bandada es un concepto educativo que responde al camino que los humanos emprenden para armonizarse de una forma natural, sin rutas marcadas, ni pautas establecidas. "Como si se tratara de una bandada de pájaros o un banco de peces". Un concepto que habla de sinergias, de generación de corrientes que nacen de la voluntad del propio individuo, a través de la cooperación entre ciudadanos. Un concepto con el que acaba de echar a volar el proyecto multidisciplinar La revolución de las mariposas -en alusión a las hermanas Mirabal- de la mano de Patricia Garzón, que desde hace años se hace eco en sus clases de dibujo de esta metodología y que ahora la lleva a la práctica desde las actividades y los talleres abiertos en torno a la mujer como sujeto de transformación social. El proyecto comenzó el pasado 25 junio con una performance centrada en la figura de Frida Kahlo y vivirá su acción final el próximo 25 de noviembre con una gran instalación final en la Casa de Iberoamérica, para lo que hacen un llamamiento de cara a recolectar botellas de plástico vacías. "Se trata de una sorpresa, pero nos hace falta", reclamaban.

Y en medio, desde el taller abierto a la ciudadanía instalado en la segunda planta del Intituto Columela -que ha abierto hasta el 15 de julio- las ideas sobrevuelan, se manufacturan, conectan con más y nuevas sugerencias, cuelgan de las paredes... hasta transformarse en cada una de las acciones, talleres y actividades encaminadas a visibilizar la situación de la mujer y la violencia de género a través del arte en todas sus vertientes, desde la pintura, la danza o la música.

"No se trata sólo de visibilizar a las víctimas, sino a las supervivientes", narra Isabel Canto (de Macondo Espacio Creativo y Feminista y Asamblea Feminista), otra de las numerosas participantes de este proyecto, del que también forman parte Lourdes Torrejón (responsable de las redes sociales), Sandra Reyes (de la Asociación Amazonas), Sebastián Montalbo, la artista Carmen de la Torre y la propia Patricia Garzón.

Entre las palabras de la selva amazónica que se posan en una de las grandes mesas de trabajo de este gran taller con vistas al mar, las cientos de mariposas de todos los colores colgadas en la pared y los trabajos de la primera acción inspirada en Frida, las mujeres explicancada uno de los pasos que van dando.

Por ejemplo, la Gratiferia, que será la acción del sábado, 23 de julio, en el que durante la tarde noche pondrán en práctica un intercambio de saber y enseres que no se usan en casa. "Será en la calle Abreu de la mano de la Asociación Amazonas".

Un poema de Paola Klug inspira la actividad que desempeñarán en la playita de las mujeres bajo el título Trenzar mi trenza. "Se trata de una tradición indígena que consiste agarrar todas las tristezas en la trenza y luego dejarlas ir con el viento, desmelenarnos", explicó Sandra Reyes de esta iniciativa planteada para el 25 de agosto.

La fiesta de la mujer a través de la Ruta Violeta es la iniciativa marcada en el calendiario el 25 de septiembre, que se pone en marcha junto a Asamblea Feminista, mientras que el 25 de octubre la música y la poesía tomaran el mando. En este acto introducirán los sonidos de la selva "a través de instrumentos orgánicos que usan las comunidades indígenas".

Pero nada está cerrado en este revoloteo de ilusionantes proyectos que no sólo abre las puertas a mujeres, hombres y niños que quieran participar de este proceso de conversión, sino que se retroalimenta constantemente. "Estamos entusiasmadas porque este experimento que hemos iniciado nos ha sorprendido por su vitalidad, y ha superado nuestras espectativas. La participación ha sido muy amplia y de gran calidad y estamos implicando a más colectivos, asociaciones y administraciones", comentaban sonrientes del nuevo proyecto que acaba de echar a volar.