El nuevo director del Ballet Nacional de España (BNE), Antonio Najarro, no se ha planteado en sus 35 años de vida "ninguno de los saltos" que ha dado en su carrera aunque admite, tras anunciarse hoy su nombramiento, que su "sueño" siempre ha sido dirigir una compañía de "gran envergadura".

Cuando en agosto cumpla con todos los contratos que tiene al frente de la Compañía Antonio Najarro "cambiará" a sus 28 bailarines por los 28 del BNE, al que llega "lleno de energía" y con la ilusión de abrirse a nuevos horizontes pero desde la reverencia que le produce el trabajo de su maestro y antecesor, José Antonio Ruiz.

"No es lo mismo mi cabeza que la de José Antonio ni la de cualquier otro director (anterior), pero mi incorporación será constructiva a partir de su trabajo. No soy partidario de romper y de hacer de cero algo que ya está muy consolidado", explica este madrileño que empezó a los 15 años y diez después ya era primer bailarín del BNE.

Todo lo que se ha hecho hasta ahora en el BNE -creado en 1978-, es "del mayor respeto y rigor", "sobre todo" en el caso de José Antonio (Madrid, 1951), "un referente de la danza en España" y suyo personal porque ha sido uno de sus "grandes formadores" .

Najarro, que entró en el BNE en 1997, revela que siempre le ha interesado "mucho" la opción de la gestión y que, por eso, creó en 2003 su propia compañía. "Me gustaba mucho el reto de presentar una compañía de gran envergadura, para hacer producciones con mucho movimiento de bailarines. Ese ha sido siempre mi sueño. Lo cumplí con mi compañía y ahora tengo la oportunidad de seguir esa dinámica con una institución como el BNE. Es un regalo", resume.