exposición | eugenio chicano en el cuc

Andalucía, tal y como la siente Chicano

  • El reconocido artista malagueño expone en el CUC 'Paisajes andaluces', integrado por 32 de las 90 escenas capturadas en sus viajes

En una de sus incursiones por los paisajes de Andalucía, éstas que durante cinco años se ha marcado sin reloj, acompañado de los amigos que lo han llevado y traído por la campiña, litoral y serranía de cada una de las ocho provincias, Eugenio Chicano, gran aficionado al flamenco, se echó un cante de Huelva. Un cante que hablaba de "tomillo, romero, de olor a barranco y jara, y cuando me volví, ¡caramba!, allí estaba todo: el tomillo, el romero, el barranco y la jara", explicaba Chicano del "sentido" encuentro que ha mantenido con los Paisajes andaluces, que es el título de la muestra que en la tarde de ayer se inauguró en el Centro Cultural de Unicaja (CUC). Escenas que buscó tal y como llegó de Italia, donde vivió veinte años, al tratarse "de un sector de la pintura que me cautiva mucho y porque echaba de menos el paisaje español del sur".

Ante tal convencimiento de lo denostado de los paisajes pictóricos andaluces, "repletos de ripios, lunares y gritos", cuál fue la alegría de toparse cara a cara con la teoría: "Era una realidad espléndida, perfumada, pura , soleada que recreé a mi manera. Con la emoción y particularidad de cada paisaje, porque cada provincia tiene su color", expresaba el veterano autor, exponente de la Generación de los 50 e icono de arte pop llevado a lo clásico, durante la rueda de prensa.

El resultado han sido 90 bocetos de los que ha seleccionado 32 para esta muestra procedente de Málaga y Huelva, que ha puesto en marcha el Consejo Social de la Universidad de Cádiz y el Foro de los Consejos Sociales de las Universidades Públicas de Andalucía, entidades a las que , junto a la Fundación Unicaja, el grabador y muralista manifestó su profundo agradecimiento. Así, acompañado en la mesa por Emilia Garrido -de Unicaja- y Olga de la Pascua - de Consejos Sociales de Universidades Públicas-, mostró la alegría que le produjo la noticia de la itinerancia de la exposición por Málaga, Huelva, ahora Cádiz y posiblemente Sevilla.

Los mismos lugares que ha recorrido y ha depurado "del lastre literario y el ripio, y con esto quiero decir la cruz de los caminos, la aldeita con la iglesia, los enamoraditos, el borriquito... quería el paisaje puro y me puse a buscarlo". Y los encontró, "creo haberlos representado en esta exposición con un lenguaje que pueden aprender, con limpieza de espíritu, sin recovecos estilísticos, sin aspavientos literarios. Está pintado tal y como lo siente el pintor, en un acto de sinceridad, en una manera de pensar y sentir Andalucía a través de esta aventura".

Un sentir pictórico que ha plasmado desde la estética que caracteriza su producción, siempre cercano en sus propuestas al pop clásico y a su lectura del color y de la geometría. Así se percibe en estos lienzos de grandes dimensiones colmados de pastos, cultivos, salinas, barbechos, desiertos, campiñas, dunas, playas... En la esencia, en definitiva, del cielo, los mares y la montaña de la región.

Una Andalucía, dijo, cuyo sentido identitario produce satisfacción pero no desde el orgullo de "querer demostrar ser andaluz, pues cuando lo hacemos metemos la pata". Sino desde "la autenticidad de nuestro potencial, a veces algo adormecido". Una identidad que invita al disfrute, "que es algo tan genuinamente nuestro, y hablo de perfumes, de la poesía, del flamenco, etc".

Y lo dice quien ha recorrido durante años estos puntos cardinales andaluces, "viviendo los escenarios, oliendo sus perfumes, estudiando sus peculiaridades y su pasado, rebuscando incluso en sus momentos fundacionales que tanto tienen que ver con sus actuales particularidades", cuenta el catálogo editado para la ocasión.

Un diálogo entre su pintura y su tierra, que pasea por los olivares de Andújar, la campiña cordobesa, la comarca malagueña de la Axarquía, los esteros de las viejas salinas portuenses o la bella estampa del Cabo de Gata. Rincones que retrata con una luz muy especial, alejada del colorido arte pop, y con la total ausencia del hombre, que sólo incorpora en la huella que ha dejado en la belleza de algunos de los lugares elegidos.

Un completo, sentido y madurado viaje pictórico que ha querido dedicar a su "amigo íntimo" Fernando Quiñones con una dedicatoria muy de Quiñones: "A Fernando Quiñones de mi corazón, al que me unió una gran amistad".

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