Miguel Ullibarri y Fátima Silóniz (Bilbao). A Taste of Spain

"Cádiz tiene que potenciar lo suyo, no imitar modelos"

¿Es usted uno de esos ejecutivos permanentemente encorbatados, aquejado del mal de la 'reunionitis', que llega con la lengua fuera los fines de semana, que no sabe que sufre estrés porque se ha olvidado de los que es vivir sin estrés? ¿Y cuántas veces ha pensado en mandarlo todo a la porra, olvidarse de jefes y arriesgarse a crear su propia empresa? Eso es lo que hicieron hace unos años Miguel Ullibarri, bilbaíno, ejecutivo en su día de la multinacional Kellog's y Real Ibérico, conocedor de los aeropuertos de medio mundo, y Fátima Silóniz, gaditana, pero cuya carrera profesional como experta en comercio exterior la realizó entre Madrid y el resto del planeta. Ellos decidieron parar y buscar eso que hemos dado en llamar 'calidad de vida'. Pensaron que Cádiz era el lugar ideal para ello y crearon una empresa que, además, oferta 'calidad de vida' a sus clientes. "En este mundo globalizado y con las nuevas tecnologías la 'deslocalización' laboral es una alternativa en la que trabajas para todo el mundo, pero desde un lugar que no te obliga a las servidumbres de las grandes ciudades", explica Ullibarri desde la cocina de su casa, a menos de dos metros de su oficina, que está en el salón. Su empresa se llama 'A taste of Spain', desde Cádiz para el mundo.

'A taste of Spain' es una idea nacida hace diez años, que ha experimentado un considerable empujón desde que dos de sus fundadores, Miguel y Fátima, se trasladaron a Cádiz para dedicarle la totalidad de su tiempo al proyecto. Fue la primera empresa española especializada en organizar viajes gastronómicos y actividades culinarias para extranjeros que quieren conocer y experimentar los productos y las cocinas de nuestro país. "En este sentido, Andalucía en general, y Cádiz en particular , muestran un potencial enorme. Nosotros traemos turistas a toda España, pero vemos enormes grados de satisfacción entre los que piden Cádiz como destino".

La apuesta de estos empresarios es la de trabajar como 'touroperadores' muy especializados. "Traemos a un tipo de turista muy interesado en la gastronomía tradicional. El objetivo es que el visitante se empape de todo lo que hace a una cocina determinada ser como es. No se trata de llevarles a un sitio estupendo a comer y luego llevarlos a hotel, sino que conozcan la raíz de esos productos. Visitan a los productores, los procesos de elaboración, duermen en el campo... es, por ejemplo, lo que ahora se está haciendo con la almadraba, o visitar lugares de la sierra donde se fabrican algunos de los mejores quesos del mundo, las salinas... Cádiz tiene una variedad inmensa, mucho más que otras regiones donde trabajamos. Es un micromundo donde existe de todo".

A través de su web www.atasteofspain.com esta firma se relaciona con los clubes de gastronomía más selectos del mundo, pero también con empresas que prefieren ofrecer incentivos y eventos a sus empleados que no sean los consabidos juegos de 'paintball' y juergas hasta la madrugada para descargar adrenalina. La propuesta de 'A taste of Spain' es realizar esa misma descarga a través de la serenidad, la comida tradicional y los paisajes. "Frente al 'fast food', el 'slow food'. En todo ello Cádiz es un lujo. No estamos hablando de crear miles de puestos de trabajo, sino de conservar lo que tenemos en los sectores primarios, que ya con ello nos contentaríamos, que no se pierda lo que está más pegado a la tierra y al mar como ha ido pasando estos años. Cádiz debería pensar en conservar su tradición y su litoral, ponerlo en valor, porque es un excelente elemento diferencial, antes que imitar otros modelos. Para el turismo de masificación ya están otros lugares y la provincia de Cádiz no va a poder competir nunca con ellos ".

A Miguel y Fátima les entusiasma su trabajo y se nota cuando dicen "disfrutar haciendo disfrutar a los demás de algo que está en el origen es otro modo de generar riqueza y de ayudar a preservar algo que tú amas". Ullibarri, de hecho, es un vasco que se declara gaditano desde que conoció esta tierra. "Me enamoré de Cádiz nada más conocerla". Anima a que le preguntemos sobre sus datos históricos. Lo primero que hizo nada más asentarse en la ciudad fue empaparse de su historia, primero de la ciudad y luego de toda su provincia, que se recorre en coche cada semana para conocer productores que estén dispuestos a integrarse en el proyecto y recibir a visitantes de todo el mundo para universalizar lo que ni siquiera conocen muchos gaditanos.

"Huimos del topicazo. Nos vemos reflejados un poco en nuestros clientes porque más que planificar una ruta, lo que proponemos es una experiencia de descubrimiento, una experiencia que sea única, tal y como nos sucede a nosotros cada vez que hallamos un reducto que pervive de lo que fueron las raíces", resume Miguel.

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