RECONOCIMIENTO

"El urbanismo y la intensificación agrícola están modificando gravemente los hábitat"

  • Ana González Robles, que prepara su tesis dentro del Área de Ecología de la Universidad de Jaén, ha sido finalista del proyecto 'Somos científicos. Sácanos de aquí'.

Ana González, investigadora de la UJA.

Ana González, investigadora de la UJA.

Ana González Robles es estudiante de doctorado del Área de Ecología de la Universidad de Jaén. Recientemente, ha sido finalista en el proyecto ‘Somos Científicos. Sácanos de aquí’, un concurso para científicos en el que estudiantes de 10 a 18 años interactúan con ellos a través de Internet y luego ejercen como jueces. “Ha sido una gran experiencia. Le he dedicado al menos unas tres horas diarias, porque cada chat dura media hora más luego un tiempo para las preguntas. Habré contestado alrededor de 80. He aprendido un montón de cosas de los alumnos a través de sus dudas y preocupaciones”, afirma la joven. Granadina de 27 años, es licenciada en Biología por la Universidad de Granada. Más tarde realizó el Máster de Conservación, Gestión y Restauración de la Biodiversidad (2012-2013) en la misma universidad. En Mayo 2014 se mudó a Jaén al conseguir una beca del Plan Propio de la Universidad de Jaén para hacer el doctorado. Así es como acabé en el Área de Ecología del Departamento de Biología Animal, Vegetal y Ecología de esa universidad.

¿Sabía que iba a ser científica cuando era niña?

Bueno, la verdad que para mi familia que yo acabase dedicándome a la ciencia no fue una sorpresa. Mis padres son investigadores, así que desde muy pequeña he estado ligado a este mundillo. Desde el colegio tenía claro que me gustaba mucho la biología y todo lo que tenía que ver con temas de paisaje, animales y plantas. Ya en el bachiller intentaba irme con mi madre de muestreos de campo en verano, simplemente porque me gustaba hacer trabajos de este tipo. Después en tercero de carrera fui definiendo más el perfil y me metí como alumna interna en el Departamento de Botánica de la Universidad de Granada. Ahí estuve hasta que termine el máster, pasando por el Laboratorio de Sistemática Molecular y el Laboratorio de Conservación del departamento. Así que entre esas experiencias y algunas prácticas que hice con el Grupo de  Pastos y Sistemas Silvopastorales Mediterráneos (Estación Experimental del Zaidín, EEZ-CSIC, Granada) y en el Parque Nacional de Sierra Nevada con la Agencia de Medio Ambiente y Agua (AMAYA, Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio-Junta de Andalucía), pues poco a poco el perfil investigador se fue quedando más definido. Así que puede decirse que desde muy pequeña supe que me gustaba el medio ambiente, pero con los años fui afianzando ideas y fue como acabé investigando.

¿Qué ha supuesto participar en el proyecto Somos Científicos?

Para mí, participar en Somos Científicos ha sido un impulso para seguir divulgando el trabajo científico. Si queremos cambiar las cosas hay que informar al mundo de lo que hacemos. Es una labor de todos, no solo nuestra. Y, desde mi punto de vista, el científico tiene que ser consciente que sin divulgación (fuera de nuestro ámbito científico) el mundo no va a ningún lado. Yo el premio no llegué a ganarlo, llegué a la final en el Área de Medio Ambiente: de cinco personas que empezamos en esa sección, quedamos dos en la final. Y aunque siempre es reconfortante ganar el premio, pues la verdad que cualquier idea de mis cuatro compañeros para invertir el premio era buena. Lo importante de la actividad era transmitir a los alumnos y que vieran que los científicos somos humanos y personas normales. Que aprendieran ellos y nosotros. ¡Y así fue!

¿Cree que hay suficiente apoyo para la investigación?

Pues bueno, todos sabemos que España no tiene como una de sus prioridades apostar por la investigación. Hay campos en los que el apoyo es mayor que en otros, pero aun así, si se quiere investigar, hoy en día las cosas están complicadas en este país. Los países que apuestan en investigación está demostrado que tienen un mayor crecimiento y desarrollo económico, no sé por qué a los políticos de España le cuesta tanto asimilar ese concepto. Así estamos, mandando a los cerebros que formamos aquí a otros países. Nosotros invertimos en sus conocimientos, pero permitimos que los gobiernos de otros países sean los que saquen beneficio de nuestra inversión. Es decir, nosotros invertimos, pero no aprovechamos nuestra inversión. Desde mi punto de vista, algo falla en esa ecuación.

¿En qué está trabajando para su tesis?

Del trabajo que estoy realizando en mi tesis aún me queda más de un año para poder hacer verdaderas conclusiones. Se centra en el tema de la "fragmentación de hábitat", concretamente en las provincias de Almería y Murcia.

¿Por qué?

En esas provincias el auge urbanístico y el de la agricultura intensiva (sobre todo por los invernaderos) ha provocado cambios en la estructura del paisaje muy graves, sobre todo en la provincia de Almería: todos tenemos en la mente la gran mancha blanca de invernaderos que es capaz de verse desde el espacio. Desde la Unión Europea existen unos hábitat que son prioritarios para su conservación por tratarse de "hábitats únicos" dentro del marco Europeo, hábitat que quedan recogidos en la Red Natura 2000 y curiosamente uno de ellos (Habitat 5220: Matorrales arborescenetes con Ziziphus lotus) es el que se extiende en parte de estas dos provincias y en el que se centran nuestros estudios sobre fragmentación. Y digo curiosamente porque a pesar de ser uno de los hábitat que debería conservase, porque así lo indica la UE, en este caso no se hace. Es decisión de los Gobiernos de cada país poner medidas adecuadas para su conservación y gestión, y como en tantas otras ocasiones, estas labores no se llevan a cabo.

¿Cómo está allí la situación entonces?

El Ejido y Santa María del Águila (Poniente almeriense) son dos de los puntos estudiados que tenemos en Almería donde existe un gran declive de las condiciones de este hábitat. Las poblaciones de Ziziphus lotus cuentan con pocos números de individuos y el deterioro del hábitat es alarmante. En las dos zonas, estos hábitat de interés prioritario para la UE han quedado totalmente recluidos a "descampados" o "lindes de invernaderos", donde a pesar de aparecer indicaciones del tipo No arrojar basura/residuos. Sanción de multa, se aprecia una gran cantidad de residuos agrícolas, plásticos y un gran etcétecera.

¿Ocurre igual en el Parque Natural de Cabo de Gata?

Allí vemos indicios de cómo de manera indirecta la intensificación agrícola está destrozando estos hábitat. La zona de Torregarcia (Retamar), es una zona que se encuentra ya dentro del Parque: ahí se encuentra una de las extensiones más grandes y mejor conservadas de este hábitat. Sin embargo, desde hace unos años la explotación del agua subterránea de esa zona por invernaderos que se encuentran en áreas colindantes está ocasionando que el hábitat "se seque". Los Ziziphus son plantas que explotan agua de niveles freáticos gracias al sistema radicular que tienen (raíz pivotante) y, gracias a que consiguen agua de niveles profundos del suelo, permiten que otras plantas que no tienen esa capacidad puedan crecer en zonas cercanas a ellos (es como si hidratasen las capas del suelo más superiores). Eso es lo que permite que crezcan bajo este clima semiárido que tiene el sureste español. Al estar quedándose sin agua subterránea por las tomas excesivas (y muchas veces ilegales) de los invernaderos, los Ziziphus y todas las plantas de alrededor que viven gracias a ellos, están muriéndose.

¿Tan importante es esta especie?

La importancia que tiene esta planta es que es una "especie clave" el ecosistema. Es decir que si desaparece ella, desaparecen muchas más especies del hábitat, no solo plantas si no también animales. Por ejemplo, los conejos y pájaros que viven en ellos desaparecerían. Cuando no haya conejos y la gente se quede sin poder cazarlos en el coto... Seguro que eso les empieza a gustar menos. O cuando desaparezcan las plantas, el sistema de dunas que hay también se verá afectado... ¿Qué le va a pasar a la playa? 

¿Ocurre igual en Murcia?

Bueno, no me voy a meter mucho con la situación de Murcia, porque ahí, por ejemplo, ya arrancar la planta está penado bajo multa, pero lo hacen igual. En esa provincia las poblaciones que hay son aun más reducidas, quedando incluso en lagunas zonas ejemplares totalmente aislados y solitarios.

Su tesis, ¿ayudará a concienciar sobre la importancia de estos hábitat?

En fin, creo que con estos ejemplos queda claro como el urbanismo y la intensificación agrícola están modificando gravemente los hábitats. Obviamente hay que comer y hay que vivir, y no quiere decir que no podamos usar el medio para ello, pero siempre con conciencia y buenas gestiones. Y eso hoy en día no se cumple, por desgracia. Estamos poniendo en peligro la biodiversidad de nuestras zonas, que son envidiadas por muchos y que vienen a verlas desde otras zonas del mundo, porque son únicas. Yo espero que con mi tesis podamos dar un poco de luz a este asunto y se hagan cambios en la gestión y concienciación sobre esto. Aun confío en la conciencia de la gente, y en el proyecto Somos Científicos los alumnos me han demostrado que las grandes mentes se encuentran en los más pequeños. Me alegra saber que la gente joven que viene detrás se preocupa e interesa por estos temas. ¡Aún tenemos mucho que hacer juntos! Por eso es importantes transmitir la ciencia que hacemos a nuestros entorno. Hay que hacer más divulgación científica.

¿Cree que la sociedad está concienciada sobre la necesidad de cuidar el medio ambiente?

Creo que no del todo. Es decir, todos sabemos que hay que cuidarlo y tener buenas prácticas, pero otra cosa es cuantos las ponemos en práctica. La palabra cambio global está tan interiorizado en las mentes de la gente que carece de significado para la mayoría. Es un término que se escucha mucho en la televisión, en los medios y en la boca de todos los políticos, pero que para la mayor parte de la gente parece muy lejano o incluso creen que es mentira. Pues con el cuidado del medio ambiente estamos igual. Desde mi punto de vista hace falta mucha concienciación ambiental y para eso hay que meterla en el sistema educativo tal y como hacen otros países europeos. Si instauramos buenas bases en las mentes de todos desde pequeños, estoy segura de que podríamos mejorar mucho las cosas.

 

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