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La quiniela más jugada en EEUU

  • Cuenta atrás para Obama, que debe decidir quién será su número dos entre una larga lista de posibles candidatos antes de la convención demócrata del próximo lunes

Barack Obama inició el pasado lunes su última semana antes de la Convención Demócrata con el apremio de decidir su candidato a vicepresidente ya que, tanto a él como a su rival John McCain, se les acaba el tiempo para tomar la crucial decisión.

Fuentes del equipo de campaña de Obama dijeron a Efe que el anuncio llegará el miércoles o el jueves, sólo unos días antes de que arranque en Denver (Colorado) la convención Demócrata.

Además, en un movimiento sin precedentes, los estadounidenses interesados en política estarán esta semana pendientes de sus teléfonos móviles, ya que el candidato demócrata a la Casa Blanca anunciará a su compañero de fórmula mediante mensajes de texto y correo electrónico, y no a los medios de comunicación, sino a los dos millones de partidarios que financiaron su campaña.

En el bando republicano, McCain deberá dar a conocer el nombre de su elegido antes de la convención de su partido, que se celebrará en Mineápolis-Saint Paul (Minesota) la primera semana de septiembre.

La proximidad de la cita ha desatado una fiebre de quinielas de las que hacen historia, aunque nadie ha podido desvelar el secreto mejor guardado de la política estadounidense.

Analistas y sitios de apuestas en internet, como Intrade, tienen, claros, eso sí, los nombres de sus favoritos.

En el frente demócrata encabezan las apuestas los senadores Joe Biden (Delaware) y Evan Bayh (Indiana), mientras que en el republicano lo hacen el ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney y el gobernador de Minesota Tim Pawlenty.

Biden y Bayh ayudarían a Obama a superar la que se percibe como su principal debilidad: su escasa experiencia en temas de política exterior y seguridad nacional, platos fuertes de McCain.

A sus 65 años, Biden, que preside el Comité de Relaciones Exteriores del Senado y viajó este fin de semana a Georgia para analizar la situación en el país, aportaría la veteranía que le falta a Obama, quien lleva sólo tres años como senador.

Biden obtuvo su escaño a los 29 años y lo avalan casi cuatro décadas de servicio público. Sus canas y su conocimiento de los pasillos del poder capitalinos tienen también su aspecto negativo, porque restan frescura al mensaje de cambio de Obama.

Además, el senador por Delaware (uno de los estados más pequeños del país) es famoso por sus discursos prolongados y grandilocuentes que desesperan a más de uno en Washington incluido, según decía el pasado lunes el diario The New York Times, al propio Obama.

Bayh por su parte tiene un perfil parecido al de Biden, aunque es más joven y podría ayudar a Obama a ganar en Indiana, el estado por el que es senador y tradicionalmente republicano, ya que sólo ha votado demócrata una vez en los últimos cincuenta años.

Le precede eso sí, fama de insípido, aunque el carisma de Obama podría llegar para los dos.

El gobernador de Virginia, Tim Kaine, es otro de los nombres que suenan con fuerza, unidos por una visible simpatía personal, un factor clave para el aspirante demócrata a la Casa Blanca, quien ha dicho en varias ocasiones que lo más importante para él a la hora de elegir a su “pareja” política es que funcione la química.

Ambos son licenciados de la Universidad de Derecho de Harvard, abogados interesados en los derechos civiles y recién llegados a la primera liga de la política estadounidense.

El talón de Aquiles de Kaine, de 50 años, es su escasa experiencia tanto en asuntos internacionales como nacionales.

Otro de los nombres que se baraja es el de la gobernadora de Kansas, Kathleen Sebelius, aunque su selección podría poner en pie de guerra a los partidarios de la senadora Hillary Clinton, que compitió y perdió por la candidatura presidencial contra Obama.

Los republicanos afrontan una decisión igual de peliaguda, pero juegan con la ventaja que les da el tener un poco más de tiempo y poder decidir después de que lo hagan los demócratas.

Uno de los atributos importantes, dada la veteranía de McCain, de 71 años, es la edad de su acompañante. Tanto Romney, de 61 años, como Pawlenty, de 47, son más jóvenes que él.

El ex gobernador de Massachusetts tiene una sólida reputación en temas económicos y es popular con los conservadores, pero tuvo varios encontronazos con McCain durante las primarias y es mormón, lo que genera algunas reticencias entre los votantes de la derecha evangélica.

Pawlenty encarna la nueva generación de republicanos, con ganas de renovar un partido que él tachó de fatigado y cínico.

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