Bajo presión por las amenazas del chavismo, la ex fiscal general venezolana Luisa Ortega, destituida por la Asamblea Nacional Constituyente, huyó del país en una lancha rápida hacia la isla de Aruba, desde donde tomó un vuelo a Bogotá, confirmaron fuentes del Gobierno colombiano. Ortega salió desde la península de Paraguaná en Venezuela la noche del viernes hacia Aruba y desde allí se trasladó en avión acompañada de su esposo, el diputado oficialista Germán Ferrer, y otras dos personas de su confianza.

La fiscal fue recibida en el aeropuerto por las autoridades colombianas, a las que pidió protección. La salida de la ex fiscal de Venezuela ocurrió dos días después de que el Tribunal Supremo de Justicia ordenara la detención de su esposo por supuesta extorsión y el allanamiento de su casa.

Antes de que se revelara su huida del país, Ortega aseguró tener datos que vinculan al presidente venezolano, Nicolás Maduro, con operaciones de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht. En un encuentro de procuradores y fiscales latinoamericanos en el centro de México, Ortega señaló en una videoconferencia que fue promovida porque el Gobierno quería impedir que siguiera con sus investigaciones sobre Odebrecht, y pidió a los fiscales no compartir información con Caracas para evitar que sea usada para evadir la Justicia.

Por otro lado, la presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Delcy Rodríguez, propuso en la sesión del viernes al jefe del Parlamento, Julio Borges, conformar una comisión de enlace entre constituyentes y diputados con el objetivo de facilitar el "diálogo de convivencia" entre ambos poderes.

"En instancias de diálogo acompañadas por el ex jefe del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, he propuesto a Julio Borges que designe a cinco diputados para una comisión de enlace", dijo Rodríguez a través de Twitter donde también detalló que esto "facilitará el diálogo de convivencia y armonía" entre los poderes.

Paralelamente, representantes diplomáticos de 12 países acudieron ayer a la sede del Parlamento, de mayoría opositora, para expresarle su respaldo después de que la ANC se atribuyera sus competencias para legislar. A la sede en Caracas acudieron representantes de las embajadas de España, Holanda, Chile, Italia, Alemania, Austria, Argentina, Polonia, México, Francia, Reino Unido y Portugal.