Al menos 106 civiles, entre ellos 42 niños, murieron en dos ataques aéreos de la coalición internacional liderada por EEUU contra una ciudad en el este de Siria que está bajo control del Estado Islámico (EI), informó ayer el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

Según la organización no gubernamental, las víctimas son familias de combatientes del EI, en su mayoría, sirias y marroquíes que habrían huido de Al Raqa, feudo de la milicia en el norte de Siria.

"Hubo dos series de ataques: la primera en la noche del jueves y la segunda después de medianoche", dijo el director del Observatorio, Rami Abdel Rahman. "Es una gran masacre cometida contra familias de los combatientes del Estado Islámico".

Los misiles habrían impactado en casas de la localidad de Al Mayadin, que está bajo control de los yihadistas. Uno de los ataques, dirigido contra un edificio público, habría matado a diez combatientes del EI.

Inicialmente, el Observatorio informó que 35 civiles murieron como consecuencia de los ataques en Al Mayadin.

La coalición liderada por EEUU no emitió declaraciones al respecto. Esta semana, el Observatorio, con sede en el Reino Unido, informó de que entre el 23 de abril y el 23 de mayo de este año los ataques de la coalición han provocado la muerte de 225 civiles en Siria.

Ayer, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, criticó a la alianza militar liderada por no estar tomando las precauciones adecuadas para evitar que mueran civiles en Siria en los bombardeos contra el EI.

"Los mismos civiles que están sufriendo el fuego de artillería y las ejecuciones del ISIS también están siendo víctimas de los cada vez mayores bombardeos", dijo Zeid en Ginebra utilizando el acrónimo inglés alternativo para referirse a la milicia terrorista.

"Los civiles deben ser protegidos siempre, independientemente de que estén en zonas controladas por el ISIS o por cualquier otro grupo", dijo Al Hussein.

Por otro lado, el Pentágono admitió el jueves que más de cien civiles murieron el pasado 17 de marzo como consecuencia de un ataque de la coalición internacional contra un edificio en la ciudad iraquí de Mosul.