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Serbia no logra salir del laberinto

  • El triunfo electoral de los pro europeos de Boris Tadic fue más amplio de lo esperado pero lejos de la mayoría · Los radicales inician conversaciones con el partido de Kostunica para formar una coalición

Los fuegos artificiales que celebraron la victoria de los pro europeos en las elecciones parlamentarias del domingo en Serbia se han apagado, al igual que se acabó el champán. Un día después de lo que medios de todo el mundo calificaron de "triunfo" del bloque pro europeo la resaca impone su dura realidad: la coalición encabezada por el presidente Boris Tadic no está en condiciones de formar Gobierno porque suma apenas 123 de los 250 bancos del Parlamento.

Mientras tanto, el bloque antieuropeo, presunto perdedor en los comicios, ya comenzó a negociar la posible formación de un Gobierno tras hacer números y darse cuenta de que potencialmente puede llegar a reunir una estrecha mayoría de 127 diputados.

La Comisión Electoral en Belgrado se comprometió a entregar los resultados oficiales el jueves por la noche, pero anticipó que el escrutinio parcial otorga un 36,9% de los votos al Partido Democrático (DS) de Tadic y un 28,57% al Partido Radical (SRS) de Nikolic.

El tercer lugar le correspondería a la escisión del DS que apoya al ex primer ministro Vojislav Kostunica, mientras que también consiguen asientos en el Parlamento el Partido Socialista de Serbia (SPS) que fundara Slobodan Milosevic, la gran sorpresa, y el pro occidental Liberal Demócrata (LDS).

Tadic no dudó en cantar victoria y dijo que el pueblo serbio había escogido el camino de la integración con sus vecinos comunitarios, pero prometió que su nuevo Gobierno no reconocerá a Kosovo como un Estado independiente. "Los ciudadanos de Serbia confirmaron el rumbo europeísta del país, dijeron que quieren que Serbia se encuentre cuanto antes en la UE. Nosotros lo cumpliremos, esa fue nuestra promesa", dijo. "Otro objetivo estratégico es la preservación de la integridad territorial del país, no reconoceremos a Kosovo, lucharemos por la integridad con todos los medios pacíficos y diplomáticos", indicó. No obstante, reconoció que no era la hora de celebrar nada porque las negociaciones iban a ser muy difíciles.

Desde Europa y Estados Unidos habían llegado entusiastas felicitaciones para los pro europeos tras los comicios. Pero Tadic parece haber agotado su potencial y no encuentra aliados que le permitan crear un Gabinete proeuropeo en el país balcánico. Teniendo en cuenta los números, los socialistas del SPS serían los indicados para formar una mayoría parlamentaria estable. Pero el partido de derrocado presidente yugoslavo Slobodan Milosevic difícilmente pueda ser considerado un aliado fiable, pues desde inicios de los años 90 encarna para el Partido Democrático (DS) de Tadic la imagen del enemigo.

Aún hoy persisten las sospechas de que el SPS estuvo detrás del asesinato del primer ministro Zoran Djindjic, uno de los fundadores del Partido Demócrata serbio.

El lógico candidato para ocupar el lugar de socio del DS sería el DSS del saliente primer ministro nacionalista, Vojislav Kostunica. Pero fue el mismo Kostunica quien el día de las elecciones calificó las diferencias con los proeuropeos como "irreconciliables". Así que parecen ser los antieuropeos, a pesar de su derrota en las urnas, quienes tienen más posibilidades de formar Gobierno. Si tampoco esta alternativa sale adelante, en Belgrado ya se habla de nuevas elecciones anticipadas para septiembre.

Sin embargo, Serbia necesita con urgencia un Gobierno operativo que comience a ocuparse de problemas como el altísimo desempleo, los bajos salarios, el colapsado sistema sanitario, el injusto sistema de pensiones y las catastróficas infraestructuras. Tres de cada cuatro universitarios quieren probar suerte en el extranjero.

Desde el levantamiento popular contra Milosevic hace casi ocho años no se ha construido un sólo kilómetro de autopista en Serbia. El 25% de los dos millones de habitantes de Belgrado no tienen alcantarillado y utilizan instalaciones sin conexión con la red de cloacas. Partes de Serbia central están despobladas porque en los pueblos abandonados a su suerte es imposible salir adelante. En las afueras de las grandes ciudades, sobre todo en el sur y el oeste, las fábricas están vacías y la gente desesperanzada porque los miles de millones de ayuda extranjera nunca llegaron.

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