Las fuerzas rusas han comenzado ya a entregar a Georgia el control de las zonas invadidas en la ciudad de Gori, situada a medio camino entre Tiblisi, la capital de Georgia, y Tsjinvali, la capital de la región separatista de Osetia del Sur. Policías georgianos ya están tomando posiciones y la entrega total se producirá "pronto".

"Durante otros dos días las tropas rusas permanecerán en la región para realizar procedimientos de entrega de las funciones de control a los organismos de aplicación de la ley georgianos, después de eso se retirarán", explicó el general Vyacheslav Borisov a las agencias de noticias rusas.

El miércoles por la tarde, las fuerzas de paz rusas estaban ya en Gori sacando munición y equipamiento militar pesado de un almacén de armas situado en las afueras de la ciudad y que, según un portavoz de las tropas, "no estaba vigilado" y el equipamiento estaba "preparado para la batalla".

Por ello, "en el interés de la desmilitarización de la zona de conflicto y para garantizar la seguridad de la población, el equipamiento militar pesado y la munición están siendo retirados", indicó.

Esta fue la aclaración de las fuerzas rusas a las informaciones de saqueos en Gori, mientras que el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso negó en un comunicado este extremo e hizo hincapié en que su misión allí es asegurar el almacén de armas abandonado.

Mientras, aviones militares de Estados Unidos ya han comenzado a distribuir ayuda a Georgia, adonde llega este jueves la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, como enviada para mostrar el apoyo de la Administración Bush frente a Rusia. No obstante, antes se reunirá con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, personaje clave en el acuerdo de paz firmado por ambas partes.