El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, consideró ayer que el G-20 avala las políticas que se están aplicando en España y está satisfecho con los resultados de la cumbre de Hamburgo pese a las discrepancias con EEUU, que cree que podrían reducirse en el futuro.

Rajoy hizo un balance positivo de la cumbre en la conferencia de prensa que ofreció a su término y en la que dijo que los líderes del G-20 constataron que las políticas económicas que hay que impulsar son aquéllas en las que España lleva ya trabajando años. Es decir: el impulso de reformas estructurales, la estabilidad macroeconómica, el empleo o la digitalización.

De la misma forma, consideró que se recogen en las conclusiones de la cumbre asuntos prioritarios para España como la defensa de un sistema de comercio abierto y fundamentado en normas, el rechazo del proteccionismo, la cooperación en materia fiscal, un trabajo de cooperación con los países de origen de la inmigración ilegal y un reforzamiento de la lucha contra el terrorismo.

Rajoy explicó igualmente las líneas generales de su intervención en el debate sobre inmigración, del que fue ponente. Pidió combatir las causas profundas de la inmigración mediante la cooperación al desarrollo con los países de origen y tránsito, luchar contra el tráfico de personas, garantizar un retorno "seguro, rápido y humanitario" de quienes no pueden permanecer en los países a los que han llegado, e integrar a los inmigrantes que es posible acoger.

Por otra parte, Rajoy mantuvo una reunión con el presidente de México, Enrique Peña Nieto, en la que coincidieron en el interés de "agilizar" las negociaciones para cerrar un nuevo acuerdo comercial entre la UE y México que actualice el existente.