El primer ministro israelí, Ehud Olmert, declaró ayer que el programa nuclear iraní debe pararse de "cualquier manera posible" y que se debe demostrar a Teherán que si intenta conseguir armas atómicas sufrirá unas repercusiones devastadoras.

"La amenaza iraní debe frenarse de cualquier manera posible", aseguró Olmert, que se enfrenta a una investigación criminal que podría hacer que dejase el puesto, durante un discurso en Washington ante el Comité Americano de Asuntos Públicos Israelíes, un lobby pro israelí.

"La comunidad internacional tiene el deber y la responsabilidad de dejar claro a Irán, a través de medidas drásticas, que las repercusiones de su continuado propósito de lograr armas nucleares será devastador", añadió. Además, aseguró que las sanciones políticas e internacionales sobre irán, cuyo presidente ha perdido la destrucción de Israel, son "sólo el primer paso".

Además de las sanciones acordadas por Naciones Unidas, añadió, "las sanciones deberían iniciarse por países individuales que tienen negocios con Irán".

Acción en Gaza

En cuanto a la situación en la frontera entre Israel y la Franja de Gaza, Olmert insinuó la posibilidad de una acción más dura contra los lanzamientos de cohetes caseros contra el territorio israelí. "La realidad en la frontera sur de Israel es intolerable." "Mientras que nosotros no tenemos el deseo de ver como la población palestina de Gaza sufre, (y) hacemos todo lo posible por evitar una crisis humanitaria en Gaza (...) no pueden esperar que aceptemos una situación que ninguna otra nación del mundo toleraría", afirmó.

El mandatario aseguró, además, que Israel no teme "una gran operación militar en Haza cuando lleguemos a la conclusión de que es la mejor manera de reinstaurar la calma en nuestra frontera sur, aunque el hecho de que no se halla llevado a cabo aún no implica que no estemos actuando".