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Obama limita los incentivos a ejecutivos de empresas beneficiadas con el plan de estímulo

  • El presidente de EEUU reconoce que se equivocó con la elección de Daschle como secretario de Sanidad.

El presidente estadounidense Barack Obama ha anunciado una ley para limitar los incentivos a los ejecutivos de las empresas que se acojan al plan de estímulo financiado por el dinero de los contribuyentes. Esta medida sería la primera dentro de un amplio esfuerzo para acabar con este tipo de prácticas, aunque en círculos políticos se considera que también pretende desviar la atención del escándalo provocado por el ex secretario de Sanidad Tom Daschle, que ha dejado elc argo por deudas con el fisco. En este sentido, el presidente reconoció que se equivocó con la elección del ex líder demócrata en el Senado. Además, se comprometió a actuar para evitar que se repitan acciones como esta, y para que la gente esté segura de que a los políticos no se les trata diferente al resto.

Obama anunció que limitará legalmente a 500.000 dólares anuales los incentivos a los ejecutivos pertenecientes a empresas que se acojan a las ayudas del plan de estímulo económico, financiado por el dinero de los contribuyentes. Anteriormente, el presidente había criticado a los jefes de Wall Street por aceptar bonos por miles de millones de dólares mientras la economía se dirigía hacia un colapso generalizado, comprometiéndose a una reforma en el sector dentro de un conjunto de normas más estrictas en el mundo de las finanzas. 

Estas restricciones son un primer paso en un amplio esfuerzo que tiene como objetivo final acabar con las prácticas llevadas a cabo en Wall Street. En este sentido, las empresas que ya se han acogido a la primera parte del plan de estímulo, como el gigante financiero Citigroup, deben estar de acuerdo a que les realicen una supervisión más estricta y deben demostrar que ya han aplicado los límites establecidos a los ejecutivos. Por otro lado, el equipo de Obama sigue trabajando para lograr la aprobación del plan de estímulo, a pesar de las críticas de los republicanos, que creen que supone un gasto público demasiado grande y que debería tener una mayor reducción fiscal. 

En una entrevista concedida a la CNN, Obama aseguró que las medidas serán interesantes tanto para los contribuyentes como para los accionistas. "La empresa privada seguirá existiendo, pero la gente será responsable y lo que tenemos que hacer es restaurar el sistema financiero en general". Obama también criticó que es inadmisible que se hayan pagado más de 14.000 millones de euros en incentivos durante 2008 a los empresarios de Wall Street. 

Todas estas medidas se consideran en medios políticos en Washington como una forma de desviar lo antes posible la atención del escándalo provocado por Tom Daschle, recién designado por Obama como secretario de Sanidad, y que renunció el pasado martes por sus problemas fiscales, que han agitado a la oposición en el Capitolio. "Creo que me equivoqué", reconoció el presidente en la entrevista a la CNN. "Y para asumir responsabilidades vamos a arreglarlo y a asegurarnos de que no vuelva a suceder", dijo, enviando un mensaje de que al poder político no se le trata de distinta manera al resto de la población. "No hay dos tipos de reglas establecidas para la élite y para el resto de americanos", aseguró. "Lo más importante, desde mi punto de vista, es que el pueblo americano entienda que no hay dos tipos de reglas y que todos tenemos responsabilidades".

Daschle, ex líder demócrata en el Senado, se retiró una vez descubierta la noticia de que no había pagado impuestos durante un periodo de tiempo. El lunes el ex senador pidió perdón públicamente por lo que llamó "errores honestos", y dijo sentirse "avergonzado". Recientemente, Daschle pagó 109.000 euros en impuestos atrasados más intereses del periodo 2005-2007. Daschle pidió disculpas "al presidente Obama, a mis colegas en el Senado, y al pueblo estadounidense", rechazó hacerse cargo de uno de los grandes retos de la nueva Administración como es modernizar el sistema sanitario de Estados Unidos.

Obama admitió que el martes fue "un día muy embarazoso", y aseguró que estaba "enfadado", "decepcionado" y "frustrado" consigo mismo en relación a este tema. "Siempre que uno de tus candidatos renuncia supone un problema, y como he dicho públicamente, asumo la responsabilidad de la situación en la que estamos", declaró Obama. "Creo que éstos fueron errores honestos aunque a la larga no hay excusa", agregó el mandatario norteamericano.

Aun así, pidió a la sociedad que confiara en los cientos de ejecutivos "de primera clase" que sí han cumplido con el pago de sus impuestos. "Es importante no quedarse sólo en los aspectos generales, porque en definitiva no sólo hemos conseguido poner en funcionamiento un Gobierno en tiempo récord sino que, además, la calidad de las personas que forman parte de este gabinete es excepcional", precisó.

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