Al menos siete personas murieron ayer en una barriada pobre de las afueras de Nairobi en la segunda jornada de manifestantes de la oposición keniana, que se manifiesta contra los resultados oficiales de las pasadas elecciones. Las fuerzas policiales reprimieron la marcha con violencia y dispararon a tres de las víctimas.

El secretario general de la Commonwealth, Don McKinnon, dijo ayer que las polémicas elecciones no cumplieron las normas internacionales.

El documento, elaborado por el grupo observador de la Commonwealth, concluye que la Comisión Electoral de Kenia no ha demostrado "la integridad del proceso de recuento" de votos, por lo que "la validez del resultado de las elecciones queda en duda".