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Maduro invoca "las armas" tras disparar un helicóptero contra el Supremo

  • El presidente advierte que el país "irá al combate si se destruye la revolución bolivariana".

  • Orden de captura al policía rebelde que atacó con tiros y granadas dos sedes oficiales.

Un helicóptero sobrevuela y dispara a las sedes del Supremo y del Ministerio del Interior en Venezuela

La tensión que vive en Venezuela en los últimos meses va a más. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, advirtió que si se destruye la revolución bolivariana "iría a las armas", y que "lo que no se pudo lograr con los votos lo haríamos con las armas". Este discurso coincidió con el ataque con balas y granadas de un helicóptero, robado por un agente de Policía, al Tribunal Supremo y al Ministerio del Interior.

Néstor Reverol, titular de Interior y de Justicia, dijo ayer que su país emitió una orden de captura internacional roja contra el policía que secuestró el helicóptero. Según el Ejecutivo, un agente de la Policía Científica llamado Óscar Pérez robó el aparato con el que sobrevoló las sedes del Ministerio de Interior y del Tribunal Supremo (TSJ) en Caracas, donde lanzó cuatro granadas y efectuó disparos.

El agente fue fotografiado junto a otros uniformados a bordo de la aeronave con una pequeña pancarta en la que se leía "350 libertad" en alusión al artículo de la Constitución que llama a desconocer "cualquier régimen" que contraríe las garantías democráticas. Óscar Pérez difundió por Instagram un vídeo en el que aparece a cara descubierta leyendo un escrito, acompañado de otros cuatro uniformados encapuchados, en el que pide a los venezolanos ir "a cada base militar" del país.

El ministro venezolano de Relaciones Exteriores, Samuel Moncada, negó ayer que esté en marcha un golpe de Estado después de este ataque. "No fue un intento de golpe de Estado, llega a ser un acto terrorista para desestabilizar, causar alarma en la población, pero no tiene entidad suficiente (para un golpe). Éste es un Gobierno serio", dijo.

Mucho más contundente se expresó Maduro. El presidente dijo en un acto en la capital del país que "si Venezuela fuera sumida en el caos y la violencia y destruida la revolución bolivariana, nosotros iríamos al combate, nosotros jamás nos rendiríamos, y lo que no se pudo con los votos lo haríamos con las armas". El mandatario pidió al mundo que escuche esta advertencia y subrayó que su Gobierno es "la única opción de paz" que tiene el país.

La amenaza fue calificada por el jefe del Parlamento, el opositor Julio Borges, como una aceptación de que el país vive una "dictadura violenta", y señaló que el presidente es "quien está buscando que Venezuela vaya al caos", además de buscar su "permanencia en el poder".

Por este discurso los opositores también responsabilizaron a Maduro de que grupos civiles armados atacaran la sede del Legislativo, después de que se produjera un choque entre algunos diputados y miembros de la Guardia Nacional dentro del edificio.

Estos grupos lanzaron cohetes y otro tipo de artefactos hacia el interior del Parlamento, según algunos vídeos publicados en las redes sociales. Los diputados y trabajadores permanecieron encerrados dentro del Palacio unas cuatro horas hasta que estas personas se retiraron.

Mientras, las protestas proliferan en Caracas y en el resto del país, así como los muertos, ya que la cifra se elevó a 77 víctimas mortales desde el pasado 1 de abril después de que se conociera que ayer falleció un joven que resultó herido de un disparo en la cabeza el pasado lunes durante una manifestación en el sector Petare, en el este de la capital.

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