Al menos 12 miembros de diferentes cuerpos de seguridad afganos murieron ayer en un atentado suicida con un vehículo militar cargado de explosivos contra instalaciones oficiales en Marouf, en la sureña provincia de Kandahar, según fuentes policiales.

El ataque se produjo la noche del miércoles cuando un grupo de insurgentes lanzó un vehículo Humvee robado con anterioridad a las fuerzas afganas y lo detonó frente al complejo en el que están el cuartel de la Policía, el gobernador del distrito y otras instalaciones públicas, dijo el portavoz de la Policía de Kandahar, Ahmad Zia Duranai.

La OTAN lamenta la víctimas civiles que causó el fallo en un misil estadounidense

"La fuerte explosión mató a 12 de nuestros miembros de seguridad, incluyendo Policía Nacional, Policía Fronteriza y personas del Directorio Nacional de Seguridad" e hirió a otros cuatro, dijo Duranai.

Un portavoz talibán, Qari Yusuf Ahmadi, indicó en un correo electrónico que el ataque comenzó con la detonación del "tanque" por un suicida y continuó con una acción de guerrilleros que dejaron "bastantes" miembros de las fuerzas de seguridad muertos y capturaron munición. Añadió que tras el ataque los talibanes ocuparon todas las instalaciones del complejo, algo que rechazó el portavoz policial.

"Ni el complejo de Marouf ni ningún puesto de seguridad ha sido capturado por los talibanes, eso es mera propaganda", afirmó Duranai.

El ataque se produjo en la misma jornada en que el secretario de Defensa de EEUU, James Mattis, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, visitaron Kabul para ratificar el apoyo militar al Gobierno de Ashraf Gani.

Por otro lado, la OTAN lamentó ayer la muerte de una mujer y las heridas provocadas a 11 civiles causadas por el fallo en un misil lanzado por fuerzas de EEUU en reacción el ataque de un grupo insurgente ocurrido en las proximidades del aeropuerto internacional Hamid Karzai, en Kabul.