MÁS ECONÓMICO

¿Interesa comprarse un coche de gas?

  • Probamos el Seat Ibiza propulsado por Gas Natural Comprimido (GNC). Una versión más económica y ecológica que… a nosotros, nos ha convencido. Te contamos por qué.

Este Ibiza TGI tiene una boca para el gas y otra para la gasolina.

Este Ibiza TGI tiene una boca para el gas y otra para la gasolina.

Tengamos más o menos una conciencia medioambiental, hay que reconocer que ahora mismo todos nosotros –la humanidad- estamos en un buen aprieto. En primer lugar porque dependemos absolutamente del petróleo. Para hacernos una idea, el 94% de la energía que se consume en el transporte deriva del petróleo.

Esta energía, a su vez, se transforma en más emisiones de CO2, que provocan un mayor calentamiento global. Y a todo ello se suman los contaminantes –como los NOx (óxidos de nitrógeno) y las partículas- que, en grandes ciudades, están provocando las ya conocidas boinas de contaminación.

En definitiva, tres ingredientes que, mezclados en una coctelera, dan como conclusión que cada año en el mundo mueren en el mundo cerca de 6,5 millones de personas, relacionadas por la calidad del aire, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Cambio de mentalidad

Este mensaje, no obstante, está empezando a calar en los ciudadanos, ya que un elevado porcentaje está a favor de que las grandes ciudades activen políticas restrictivas en episodios de contaminación.

Los fabricantes de coches, por su parte, también están realizando fuertes inversiones para apostar por alternativas más ecológicas a los combustibles fósiles.

¿Y qué alternativas existen a los combustibles fósiles?, te preguntarás. Pues bien, la tecnología más extendida en este sentido, a día de hoy, son los vehículos híbridos. Sin embargo, los híbridos siguen estando principalmente impulsados por un motor de gasolina, un motor que, al fin y al cabo, también depende de los combustibles fósiles. Y algo similar ocurre con el GLP, que también es otro derivado del petróleo.

El Ibiza TGI está impulsado por GNC (Gas Natural Comprimido) o gasolina. El Ibiza TGI está impulsado por GNC (Gas Natural Comprimido) o gasolina.

El Ibiza TGI está impulsado por GNC (Gas Natural Comprimido) o gasolina.

También tenemos como alternativa los eléctricos, sin embargo, su precio elevado y la corta autonomía todavía hace que no tengan una demanda elevada y son muchos los estudios que señalan que todavía faltan bastantes años para que este tipo de vehículos sean mayoría.

Pues bien, hoy te queremos presentar aquí otra tecnología. Quizás sea una gran desconocida –en España-, sin embargo a nosotros nos ha parecido muy interesante. Se trata del GNC o Gas Natural Comprimido, un tipo de gas que –aunque España no tiene mucha tradición en el transporte privado, sí en los vehículos públicos de servicios- impulsa a cerca de 22 millones de vehículos en el mundo.

Este gas, además, según nos cuentan responsables de compañías líderes como Gas Natural Fenosa es un combustible que no es un derivado del petróleo, está formado principalmente por metano, es más ligero que el aire y su punto de inflamación es muy elevado –se tiene que alcanzar una temperatura de 650 grados- (es decir es muy seguro y no explota).

¿Y qué ventajas tiene el Gas?

Pues muchas. La primera de ellas medioambiental. Y es que  el GNC reduce las emisiones de CO2 hasta un 23%, las emisiones de NOx hasta un 85%, las emisiones de partículas son prácticamente nulas y, además, los motores propulsados por gas emiten menos ruidos que el diésel. Además, según los responsables de Gas Natural Fenosa hay reservas aseguradas de este gas para 60 años y estimadas para otros 250 años.

Y otra gran ventaja del GNC es el ahorro para el bolsillo del usuario. Según nos señalan desde Gas Natural Fenosa, un coche de GNC tiene un 30% de ahorro respecto a un coche de gasóleo y un 52% respecto a un coche de gasolina.

Y si es tan beneficioso… ¿por qué no es más conocido? Bueno, pues aquí está el quid de la cuestión. Según Benito Páramo, de Gas Natural Fenosa, hasta hace unos años no había demanda ni la concienciación medioambiental que ahora empieza a florecer. Y esta situación, señala este experto, hacía que no se crearan infraestructuras ni que los fabricantes de coches tampoco apostaran por ello.

El cuadro de instrumentos muestra el consumo y la calidad del GNC. El cuadro de instrumentos muestra el consumo y la calidad del GNC.

El cuadro de instrumentos muestra el consumo y la calidad del GNC.

Este último aspecto, el de las infraestructuras, es -quizás- el aspecto más criticable del GNC, el Gas Natural Comprimido. Y es que no hay muchas estaciones de GNC actualmente en España. En la actualidad existen 67 estaciones privadas y 57 públicas (6 de ellas en Madrid). Por ello, Seat ha firmado un acuerdo con Gas Natural para incorporar 45 nuevas estaciones en los próximos años en los entornos de los concesionarios del Grupo Volkswagen.

Al volante del Ibiza TGI

Pues para adentrarnos en este mundo del GNC nos ponemos al volante del nuevo Ibiza TGI, un nuevo modelo que incorpora el motor de gasolina 1.0 TSI de 95 CV pero que ha sido preparado en la planta de Martorell junto con el resto de Ibizas para estar alimentado por GNC. Es decir que es prácticamente uno más.

De hecho, por fuera no notamos ninguna diferencia sobre todo si no llevamos el ‘logo’ TGI en el portón. Tan sólo si abres la tapa del depósito de combustible es donde puedes apreciar las dos bocas de llenado, una para el gas y otra para la gasolina.

También si abres el maletero puedes notar otra diferencia, quizás la más acusada. Y no es otra que la capacidad del maletero que se reduce en 93 litros, de 355 a 262 litros. Esto se debe a que este Ibiza tiene un depósito adicional de gas -13 kilos- que se suma al de gasolina de 40 litros.

El maletero pasa de los 355 litros a los 262 litros de capacidad por el depósito extra. El maletero pasa de los 355 litros a los 262 litros de capacidad por el depósito extra.

El maletero pasa de los 355 litros a los 262 litros de capacidad por el depósito extra.

También hay otras modificaciones pero estas no están visibles. Por ejemplo, como se tiende a usar más el gas y menos la gasolina, algunos elementos del motor tienen menos lubricación. De ahí que tengan que tener refuerzos específicos –como los pistones- para adaptarse al gas.

Llega el momento de arrancar el coche. Por defecto, el coche siempre que haya gas, utiliza el gas. Sólo empleará la gasolina si no hay gas en el depósito. En nuestro caso, el depósito de gas está vacío. Tenemos que repostar. Para ello nos vamos a una estación en Madrid, donde también repostan de gas los taxis y autobuses urbanos. La operación es muy rápida. Apenas unos minutos. Hemos repostado 13.69 kilos por un importe de 13.12 euros, es decir a 0.96 euros el litro.

Una vez repostados, comenzamos la marcha. Y aquí no notamos diferencia alguna. El coche responde perfectamente y no apreciamos transición alguna al gas (ya que veníamos en gasolina). Sí que es cierto que este Ibiza no tiene una gran patada en recuperaciones ni en velocidad máxima, pero también hay que tener en cuenta que esta mecánica 1.0 TSI de 95 CV es para ir relajados. Además, desde Seat nos señalan que la pérdida de prestaciones (apenas unos pocos kilómetros de velocidad máxima y un poco más lento en aceleración) no son reseñables.

Este Ibiza TGI también tiene variantes FR. Este Ibiza TGI también tiene variantes FR.

Este Ibiza TGI también tiene variantes FR.

Llegamos a nuestro destino. El ordenador de a bordo nos da un consumo de 4,3 kilos cada 100 kilómetros. Esto significa, por tanto, que hemos tenido un gasto de 4,12 euros los 100 kilómetros. Esta cifra pensamos que, además, se puede reducir algo más ya que no hemos tenido especial miramiento con los consumos. De realizar este consumo estaríamos hablando de que podríamos tener una autonomía sólo de gas de algo más de 300 kilómetros. Luego a esta cifra habría que sumarle la autonomía del depósito de combustible.

Al finalizar la etapa es el momento de que en Seat nos cuenten el precio del modelo. Nos dicen que este Ibiza 1.0 TGI con el acabado Reference Plus tiene un precio de 17.410 euros. Sin embargo, a esta cifra Seat aporta 2.000 euros para dejarlo al mismo precio que el de gasolina. Y después, si el cliente opta por la financiación y entrega un modelo a cambio, este Ibiza se puede quedar en 10.650 euros, una cifra que desde luego a nosotros nos parece irresistible. Además, desde Gas Natural Fenosa nos entregan un cheque por valor de 200 euros en gas y desde Seat nos dan el depósito lleno.

De hecho es tal la confianza que tiene Seat en estos modelos de GNC que espera que el 5% del total de las ventas de Seat en 2018 sean unidades de gas. De cumplirse estos objetivos estaríamos hablando de que Seat comercializará en 2018 más de 5.000 coches de gas en toda España, una cifra sin duda a tener en cuenta.

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