PRUEBA

Conducimos el Seat Ibiza FR 1.6 TDI 115 CV: ¡El hermano menor del León se rebela!

  • Nunca antes un Ibiza había sido tan similar a un León. Esta nueva generación, en cambio, lo es. Sobre todo en esta variante FR, la más deportiva, que destaca por el tacto y comportamiento.

Conducimos el Seat Ibiza FR 1.6 TDI 115 CV: ¡El hermano menor del león se rebela!

Conducimos el Seat Ibiza FR 1.6 TDI 115 CV: ¡El hermano menor del león se rebela!

Lleva 34 años y, desde entonces, ha sido siempre una de las referencias de la categoría. Sobre todo si se tiene la oportunidad de conducir la variante FR, unas siglas que están asociadas a la deportividad desde 2004 y que significan Fórmula Racing.

Comenzando por su tamaño, comprobamos que este Seat Ibiza FR, con 4,06 metros de largo, encuentra la ciudad como su hábitat natural. Sus dimensiones contenidas y su agilidad le convierten en un modelo ideal para el día a día del tráfico urbano.

Basado en la plataforma MQB A0, que también utilizan el Volkswagen Polo el Seat Arona, otras cotas de este nuevo Ibiza son una anchura de 1,78 metros y una altura de 1,44 metros. Más interesante es la cifra de maletero. Con 355 litros es el mejor de su segmento. Además, sus formas regulares confirman esta buena cifra y permiten cargar las maletas de cinco adultos para un fin de semana.  

Al volante

Es hora de ponerse al volante. Es entonces cuando comprobamos que la instrumentación es clara y ofrece la información necesaria. No obstante, sí se echa de menos que en acabados más altos como este FR pudiera contar con una instrumentación completamente digital, aunque fuera de forma opcional.

También nos han gustado los asientos, con regulación manual. Son cómodos en cualquier tipo de viaje. Además sujetan bien el cuerpo y el coche nos invita a regular los asientos en su posición más baja. Pueden ser calefactables por 350€.

La pantalla táctil de 8 pulgadas es opcional: 450 euros. La pantalla táctil de 8 pulgadas es opcional: 450 euros.

La pantalla táctil de 8 pulgadas es opcional: 450 euros.

Llama la atención, asimismo, la elección de los materiales, que son mullidos, tanto en los reposabrazos laterales como en el central. Es una lástima que el reposabrazos central no se pueda regular en altura, ya que en longitud si lo permite.

En cuanto al sistema de información y entretenimiento es muy recomendable la pantalla táctil de 8 pulgadas, que es compatible con Android Auto y Apple Car Play pero por ella hay que pagar 450 euros extra.

Detrás hay espacio suficiente para las piernas y la cabeza, aunque comprobamos que el mullido de los reposabrazos delanteros ha desaparecido. Y tampoco encontramos asideros para el techo.

Motor diésel

Dentro de las ventas de toda la gama Ibiza, desde Seat estiman que los motores diésel tendrán una demanda del 20%, aproximadamente. En concreto este Ibiza diésel se ofrece con un único motor 1.6 TDI pero con tres niveles de potencia: 80, 95 y 115 CV.

Y aquí probamos la variante más potente, que se caracteriza por su buena respuesta. Por ejemplo, desde las 1.500 vueltas contamos con un buen empuje, que destaca especialmente alrededor de la 2.500 vueltas.

En términos de ruido el 1.6 TDI no es excesivamente silencioso, sobre todo en frío. En este aspecto, así como en el de la suavidad de funcionamiento en ciudad la gama TSI sale mejor parada.

El acabado FR es la variante más deportiva de la actual gama Ibiza. El acabado FR es la variante más deportiva de la actual gama Ibiza.

El acabado FR es la variante más deportiva de la actual gama Ibiza.

El 1.6 TDI de 115cv se asocia a una caja de cambios manual de 6 velocidades, que permite que el coche circule bajo de vueltas incluso a velocidades de crucero altas. El ajuste de la palanca de cambios es muy agradable, tanto por recorrido como por tacto.

Y por último, los consumos. En recorrido urbanos rondaremos los 6l/100km , mientras que en carretera podremos rozar los 5l/100km si somos cuidadosos con el acelerador.

Comportamiento

Gracias a la estructura MQB A0 el Seat Ibiza tiene un resultado en curva bueno con un eje delantero que no tiende a subvrirar y un trasero que también mantiene la trayectoria de forma correcta.

En autopista sorprende. Con un comportamiento especialmente bueno a velocidades altas. En este sentido, el nuevo Ibiza ofrece unas sensaciones similares a las de un León. Sin balanceos aunque sí es cierto que la suspensión más baja del acabado FR provoca que los cambios de superficie se aprecien bastante. Y en carreteras viradas, tiene un paso por curva preciso y una dirección agradable.

Equipamiento

Este nuevo Ibiza FR TDI tiene numerosos elementos que le distinguen de sus hermanos de gama. Por ejemplo, a nuestro juicio el volante perfecto. Por tamaño, por grosor, por tacto, por la colocación de los mandos… Quizá el hecho de no ser circular en la parte inferior disguste a algunos, pero es que es un FR.

Asimismo, cuenta con detalles exclusivos como los embellecedores de las salidas de escape, los retrovisores en negro o una suspensión rebajada 15 mm respecto de otras versiones. También son destacables las llantas de aleación de 17 pulgadas, el control de velocidad de crucero, la conexión USB o el bluetooth, entre otros.

Posee una imagen más dinámica pero sin estridencias. Posee una imagen más dinámica pero sin estridencias.

Posee una imagen más dinámica pero sin estridencias.

Sin embargo, la unidad probada contaba con numerosos elementos opcionales muchos de ellos interesantes, aunque hay que pagar un sobreprecio. Hablamos, por ejemplo del control de crucero adaptativo ACC -210€-; las llantas de 18” -350€-, la cámara de marcha atrás, así como sensores de aparcamiento delante y detrás -530€-., la posibilidad de elegir entre cuatro modos diferentes de conducción –Normal, Sport, Eco y Personal-, que actúan sobre la dirección, suspensión y respuesta del acelerador por 250€ o el equipo de audio opcional -450€- firmado por la marca Beats Audio. Con 6 altavoces, un Subwoofer en el maletero y un amplificador de 300W consigue una calidad de sonido francamente buena, sobre todo en los bajos.

Mención especial merece los ‘full led’ -opcionales por 590€-. La luz que generan es excepcional y al tener un tono más claro ayudan a la conducción de noche, sin embargo el problema lo encontramos en la altura del haz de luz. Al no poder regular manualmente este aspecto debemos conformarnos con la altura que el coche estima correcta en función de la carga, la cual en mi opinión es demasiado baja, por lo que nos vemos obligados a utilizar las luces largas cada poco tiempo para visualizar de manera correcta la carretera.

Conclusión

El Ibiza es un coche sobresaliente. Sobre todo en esta versión FR, que ofrece un comportamiento y un diseño más deportivo. Es cierto que su precio ya no es tan ajustado –el FR parte de los 15.830 euros y la versión probada ronda los 21.000 euros-.

A cambio  de esta cifra, no obstante, obtenemos un coche con el último chasis desarrollado por el grupo VW –el MQB A0- que destaca por su rigidez y el comportamiento sorprendente.

Sí que hay que pensárselo dos veces la opción de una mecánica diésel. En este caso, la diferencia a igualdad de acabado con el acabado FR obtenemos el 1.0 TSI de 115 CV que tiene un precio de 2.300 euros inferior. Una cifra demasiado alta puesto que no amortizaremos hasta cerca de los 170.000 kilómetros.

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