EN EL JARAMA, ASCARI Y MONTMELÓ

Aprender y divertirse: así es el curso ‘Sportscar’ de Audi

  • Poder conducir al límite un R8 de 610 CV o copilotar junto a Jordi Gené un coche de competición son algunas de las experiencias inolvidables que Audi hace posible gracias al Audi Driving Experience.

El protagonista del curso es este Audi R8 V10 Plus con 610 CV

El protagonista del curso es este Audi R8 V10 Plus con 610 CV

Estamos en el circuito del Jarama, en Madrid. Hoy toca uno de esos días en los que vamos a disfrutar. Una jornada que no quieres que se acabe nunca. Audi, gracias al Audi Driving Experience, nos ha preparado un menú degustación donde habrá emoción a raudales.

En concreto ha reunido más de 20 unidades de su modelo más potente –el Audi R8 V10 plus, con 610 CV (más de 12.000 CV en total)- y varios de sus pilotos más experimentados –como Jordi Gené- para disfrutar y, también, aprender. Se trata del curso ‘Sportscar’, el más ‘radical’ que ofrece la firma de los cuatro aros.

No obstante y antes de comenzar con la experiencia, hagamos un repaso de la gama de cursos de conducción que ofrece Audi. Y en este sentido, una vez más conviene recordar la importancia de esta formación, puesto que con ella viviremos situaciones extremas –que no se suelen dar en el día a día- que nos permitirán memorizar y aprender cómo actuar si algún día se reproducen en la carretera.

De ahí que el primer nivel que propone en sus cursos Audi es el curso conocido como Dynamic Driving Experience. Esta formación está destinada principalmente a conocer cómo funcionan los sistemas de seguridad como el ABS, el ESP o la tracción quattro. Se realiza con las variantes más deportivas de Audi –Gama S y RS- y tiene un precio de entre 130 y 150 euros.

El siguiente nivel es el curso conocido como Progressive Driving Experience. Con esta formación, que también se realiza con los modelos más potentes –de entre 230 y 450 CV- y tiene un precio de 240 euros, lo que nos enseñan los instructores es a aprender a trazar las curvas para conseguir el mejor tiempo de vuelta en circuito.

Sin embargo, como decíamos anteriormente, el curso al que nos han invitado hoy es el pata negra de la escuela de conducción de Audi. Es el ‘Sportscar’. Con él cualquier usuario puede cumplir el sueño de rodar a ritmo de vértigo y con total seguridad con el modelo más deportivo de Audi: el R8.

Sí, de acuerdo, su precio es más elevado. Son 690 euros para los asistentes que no sean clientes y 545 euros para los clientes de Audi. Sin embargo, desde aquí os podemos asegurar que es un dinero muy bien invertido. Y ya no sólo por las emociones que se viven durante una jornada. Sino porque también se aprenderá a conducir al límite, a comprender mejor las reacciones del coche y todo ello bajo la supervisión de auténticos pilotos de primer nivel.

Jordi Gené nos da la bienvenida

Una vez que llegamos al circuito del Jarama, es Jordi Gené quien nos da una primera y calurosa bienvenida. Jordi es uno de los pilotos con más experiencia en España. Es el director de la Escuela de Conducción de Audi, ha participado en el Mundial de Turismos y recientemente ha ayudado con el desarrollo de varios modelos para el campeonato TCR International Series como el Audi RS 3 LMS.

Por ello, Jordi siempre es un referente al que hay que prestar mucha atención. Entre otras cosas porque nos recalca que aquí se viene aprender pero también a divertirse con seguridad. “Lo más importante es aprender a disfrutar del potencial del coche”, afirma Gené. “Para ello hay que poner atención en la frenada para después tomar la curva y acelerar al máximo sacando todo el potencial del coche”, señala. “Pensad que hay pocos coches en el mercado como el R8 que está desarrollado en aluminio y fibra de carbono”, continúa. “Todo ello consigue un peso muy bajo y una gran rigidez estructural”, afirma.

Junto con las particularidades del coche, Jordi también nos enseña a colocarnos al volante. “La pierna izquierda tiene que estar ligeramente flexionada. Y esto es importante no sólo aquí en el curso sino también en el día a día. Entre otras cosas porque evitaremos hacernos mucho daño en las piernas y la columna si tenemos un accidente”, afirma.

“Lo más importante es primero hacerse con el tacto del freno, después trabajar las trayectorias y por último tenéis que mirar muy lejos”, afirma. “También es clave que las frenadas sean suaves y que abráis la dirección para salir lo más rápido posible”, continúa. “Para ello os hemos puesto varios conos que indican el inicio del punto de giro, el ápex o vértice de la curva y el punto de salida”, comenta.

Salimos a pista

Llega el momento de la verdad. En la recta de salida del Jarama nos esperan alineados a la perfección todos los R8 V10 5.2 FSI. Nos sentamos al volante, ajustamos el cinturón y tratamos de recordar todo lo que nos ha dicho Jordi.

Los primeros ejercicios son fáciles. Es una toma de contacto con el coche y con las principales curvas del circuito. Han dividido el Jarama en dos partes para poder conocer todos los virajes, las reacciones del R8 y hacernos con los mandos.

Tras esta toma de contacto, llega la prueba de frenada. Cambiamos entonces a los RS 5 para realizar una frenada de emergencia de unos 105 km/h a 0 km/h con maniobra de esquiva. Una acción en la que hay que ’subirse encima del pedal del freno’ literalmente y luego girar la dirección con suavidad total. Eso sí, el coche se comporta a las mil maravillas.

A la máxima velocidad

Sin embargo, el momento de la verdad ha llegado. Una vez que nos hemos familiarizado con el circuito y hemos aprendido a frenar con toda la fuerza posible, llega el momento de rodar de verdad. Para ello, nos ponemos un casco, nos volvemos a subir al R8 y salimos a rodar. Aquí, ya no hay límites. Sí es cierto que hay un instructor que va delante de nosotros… Pero este instructor va muy rápido y seguirle es complicado.

Es el momento en el que tenemos que poner en práctica todo lo aprendido. Acelerar a tope, frenar fuerte, tomar la curva con suavidad, abrir dirección y volver a acelerar al máximo. Es entonces cuando comprobamos que el R8 es un magnífico deportivo. Aguanta el ritmo del circuito sin despeinarse y, además, te permite ir rápido y cometer ciertos errores. Como por ejemplo un error mío. Resulta que en la curva anterior a la rampa Pegaso, suelto ligeramente el pedal del acelerador y veo como la carrocería del coche se desequilibra ligeramente. Y en un segundo intento, intento no cometer el mismo error, pero noto que todavía me falta experiencia para tomar esa curva con el acelerador pisado a fondo.

Han pasado tres vueltas y toca volver a boxes. ¡Qué poco ha durado! Pero hay que reconocer que la experiencia ha sido magnífica.

Una vuelta con el LMS

Desde la organización nos indican que hay que ponerse el mono de competición. Ahora toca la vuelta de copilotaje con Jordi Gené y el Audi RS 3 LMS. Toca de nuevo emoción. Eso sí, desde el primer momento te das cuenta de lo difícil que es ser piloto. Para empezar, subirse al coche, con la jaula de seguridad, el mono y el casco ya es un ejercicio de contorsionismo.

Y una vez dentro notas que vas tirado al suelo: la posición de conducción es muy, muy baja. A partir de ahí, todo es espectacular. La aceleración, cómo engrana las marchas Jordi con el cambio secuencial, cómo apura la frenada, la velocidad de paso por curva… En fin todo lo que se diga es poco. Con Jordi como copiloto no sólo aprender cuál es la trazada buena, cómo hay que frenar y cómo hay que acelerar. También es una cura de humildad para saber que nuestro nivel está muy, pero que muy por debajo, de estas estrellas al volante.

En definitiva, acabamos de vivir una jornada que no se olvidaremos en la vida. Una experiencia única que nos ha servido para divertirnos y reconocer que todavía, como conductor, podemos seguir aprendiendo.

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