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Cultura

Todas son reinas

  • Noche de últimas tendencias urbanas en el Teatro Alameda con Princess Nokia, Nathy Peluso y Ms Nina

Si las divas tienen que ser desdeñosas, el libérrimo y autoexagerado estilo de Princess Nokia, con tantas reminiscencias de Foxy Brown, la va a llevar a ocupar en los próximos meses el trono mayor del trap y del rap alternativo. Y como las divas tienen licencia para todo, la Princesa la usó para parar su actuación hasta tres veces porque no estaba contenta con el sonido: quería más volumen en la música y menos en su playback. El caos de malentendidos fue tal que el sonido de los altavoces sobre el abundante público asistente durante unos minutos casi deja sordo al que suscribe, que les recuerdo que la noche anterior había sobrevivido sin secuelas al concierto de Swans. Lo que Princess Nokia pedía no era tan difícil, al fin y al cabo sólo había dos canales de audio, pero los técnicos de sonido de los conciertos y los artistas habitan a veces en mundos tan paralelos que no llegan al entendimiento, el que le faltó a Princess Nokia por no hacer prueba de sonido, como Nathy Peluso y Ms Nina, las otras damas de la noche.

La puesta en escena fue común a todas ellas: una enorme mesa en la parte de atrás, llena de aparatos electrónicos casi de atrezo, que bien hubiesen podido sustituirse por un smartphone en el que pulsar el botón del play, aunque eso no dejase lugar para la coreografía típica del DJ, que al ritmo de la MC que domina todo el resto del escenario va tocando un inservible botón tras otro, mientras se pone y se quita unos innecesarios auriculares. Todo el sonido era pregrabado, lo que no quiere decir que tras él no haya una labor artística previa, ya que el resultado, tanto en música como en letras, es de producción propia. Pero a la hora de ofrecerlo en directo lo que prima es el actual concepto de mundo virtual y redes sociales, Instagram, Facebook, y de este modo asistir a un concierto de este tipo es como estar viendo Youtube en una enorme pantalla de tres dimensiones. Pero eso nada importa para el tipo de público tan diferente del avezado rockero característico del Monkey Week que poblaba en la noche del viernes el Teatro Alameda, compuesto mayoritariamente por chicas tan cortas en edad como en inhibición, como las que subieron al escenario a hacer twerk en la despedida de Ms Nina.

La primera en aparecer fue Nathy Peluso, haciendo gala del atuendo común a todas ellas: little titties and fat belly. Aunque sólo ese lema fuese su hilo conductor, ya que si Peluso ofreció ritmo caliente sobre bases de trip-hop, Ms Nina se presentó como una sicaria peleona que te aviva la conciencia mientras perreas y Princess Nokia fue el estandarte del empoderamiento femenino, escupiendo hashtags para dejar claro que, con ella, la basura misógina está de más. Ms. Nina lo cantó claramente: "No importa de dónde vengas, todas somos reinas".

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