El prestigio de la universidad pública

Los dirigentes de la 'Rey Juan Carlos' deben asumir las responsabilidades a que haya lugar

Uno de los efectos colaterales del escándalo que afecta a la futura ex presidenta de Madrid Cristina Cifuentes, se refiere al hecho de que se han puesto en duda de los procedimientos y el prestigio de la universidad pública española.

La afectación del prestigio de nuestra universidad pública es un efecto negativo que puede tener gran trascendencia y, por eso, es un asunto que requiere una respuesta inmediata.

La universidad pública es una institución de una gran importancia para la sociedad; una institución cargada de valiosos servicios para nuestra economía, nuestra competitividad, nuestro desarrollo, nuestra cultura, nuestros valores o nuestra capacidad investigadora.

Puede decirse que la universidad pública es una institución imprescindible para una sociedad moderna. Es una institución que, gracias a sus profesionales, asegura la producción y difusión de aquel conocimiento que permite alcanzar las mejores cotas de desarrollo.

En ciudades como Granada, la universidad pública es parte imprescindible de la vida de los granadinos y granadinas desde hace cinco siglos y uno de los motores fundamentales de la economía granadina tanto del presente como del futuro.

Por todo esto es reprochable que altos dirigentes del Partido Popular hayan lanzado dudas sobre la universidad pública en relación al escándalo de Cifuentes sobre su Máster, haciendo así un tremendo daño a su imagen y prestigio y ello va a requerir el esfuerzo de todos los que creemos en lo público para poner en valor el trabajo y la aportación del mundo universitario a nuestro bienestar económico y cultural.

Y no menos importante es el daño y la indignación de miles y miles de estudiantes que perciben en el caso Cifuentes privilegios e irregularidades totalmente inadmisibles.

Por todo ello, se deben tomar medidas disciplinarias contundentes ante las irregularidades presuntamente cometidas y los dirigentes de la universidad Rey Juan Carlos deben asumir las responsabilidades a que haya lugar.

La universidad pública merece nuestro apoyo y cuenta con mi modesto granito de arena en esta tarea de reponer su prestigio donde merece estar: en lo más alto.

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