Las personas con movilidad reducida que se mueven por la capital onubense, reivindican la necesidad de una ciudad más accesible donde porder moverse con facilidad, pues como manifiestan, las infraestructuras a veces no resultan las más adecuadas para que hagan uso de ellas toda la población. Señalan como elementos inaccesible o barreras para la movilidad los acerados, el mobiliario urbano, los transportes públicos siendo mínimos o inexistentes los servicios que se hallan adaptados. Por otra parte, las actitudes de la ciudadanía en ocasiones resultan poco cívicas.
El diseño de calles y edificios accesibles benefician a todo el mundo, pues personas mayores, madres y padres que pasean con carritos de bebés y otros, se ven beneficiados de la horizontalidad que algunas/os arquitectas/os plasman en los proyectos que diseñan y que posteriormente se materializan y son usados por la población en general.
El colectivo de personas con movilidad reducida, plantean que a veces las personas en la ciudad de Huelva son poco conscientes de las dificultades que otras pueda tener, estacionando sus vehículos en las bajadas a cota cero de los acerados, hecho que convierte en una misión casi imposible el acceso a la calle, así como la ocupación de aparcamientos dispuestos para el colectivo.
Así el mundo asociativo que incluye a las personas con discapacidad física hace un llamamiento a las Administraciones Públicas, a las/os empresarias/os y la población en general para que practiquen la empatía, o lo que es lo mismo, ponerse en el lugar de la persona que se mueve en silla de ruedas o que tiene una dificultad motora. Esta concienciación minimizaría la a veces indeseable situación vivida por un porcentaje de personas a veces olvidado.
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