Cambio climático desde una óptica andaluza

Algas polares, a análisis en la Universidad de Málaga

  • El grupo de Ecofisiología de Sistemas Acuáticos de la UMA inicia el próximo 12 de marzo una nueva campaña científica en el Polo Norte.

Los investigadores de la UMA que lideran este proyecto.

Los investigadores de la UMA que lideran este proyecto. / UMA (Málaga)

Hasta el Polo Norte volverán a viajar investigadores del grupo de Ecofisiología de Sistemas Acuáticos de la Universidad de Málaga (UMA) este domingo, 12 de marzo. La expedición regresará al Ártico para adentrarse en el comportamiento de las algas en los ecosistemas polares así como analizar el efecto del cambio climático en la fisiología de estas plantas, un proyecto que se remonta a 2002. "Estamos haciendo un seguimiento estacional: solemos ir en verano, cuando tienen 24 horas de luz, y lo que queremos es comprobar si los efectos que medimos se mantienen también en otoño, invierno y primavera, cuando estos valores varían considerablemente porque allí cambia mucho la luz entre estaciones y las algas no suelen tener el mismo comportamiento", argumenta uno de los principales investigadores y profesor de la UMA, Francisco Javier López Gordillo.

Los seis científicos que conforman el grupo pasarán tres semanas en la base científica de Ny Ålesund, el enclave humano más al norte del planeta poblado por científicos, durante esta segunda campaña del proyecto concedido por el Ministerio de Economía. "Tenemos identificadas especies de algas que, debido al aumento de temperaturas que se prevé o al aumento en los niveles de CO2 atmosférico obtendrán mayor dificultad para permanecer en el ecosistema; esto es, hay especies que van a estar amenazadas por el cambio climático", explica López Gordillo.

La hipótesis que barajan los investigadores se centra en que durante el periodo de oscuridad -invierno-, "las algas reducen al mínimo su respiración, como una especie de hibernación, pero, sin problema, son capaces de reactivar su metabolismo en el momento en el que vuelve la luz".

Para comprobarla utilizan varios tipos de estrategias. Por un lado, incubaciones con las algas directamente en el Ártico. "Los buzos de la institución alemana con los que colaboramos nos traen las algas y las incubamos en los laboratorios haciendo las simulaciones de CO2 y temperatura", argumenta López Gordillo. Además, se traen al laboratorio de la UMA algas liofilizadas -proceso en el que se congela el producto y se introduce en una cámara de vacío para realizar la separación del agua- donde realizan el análisis de composición bioquímica. La segunda estrategia adoptada es portar las algas vivas y cultivarlas en unas cámaras especiales en la Universidad con temperatura y ciclos de luz regulados: "Ahora han estado cuatro meses sin luz, simulando las condiciones de allí". 

Esta campaña está liderada por el catedrático Carlos Jiménez, con una experiencia en este ámbito de 15 años, y se enmarca dentro del proyecto CGL2015-67014-R, Estacionalidad de la productividad de macrófitos marinos en un ecosistema costero ártico en transición climática. Alteraciones promovidas por el aumento de temperatura derivada del cambio global. Con el grupo colabora también el Servicio de Instalación Radiactiva, adscrito a los Servicios Centrales de la Universidad –SCAI-, que es el encargado de desarrollar las mediciones necesarias para estudiar el metabolismo de las algas, ya que se requiere carbono radiactivo para ello. De igual forma, les acompañan en la aventura personal del Laboratorio Avanzado de Producción Primaria en sistemas marinos CEI.MAR y los Servicios del Área de Análisis Químico y Caracterización de Materiales. Colaboran además con el Alfred Wegener Institute for Polar and Marine Research (Alemania), puesto que España no cuenta con ninguna infraestructura en el Ártico.

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