Su nombre figura entre los más destacados de las modelos españolas. Un mundo al que llegó en los noventa y donde, a sus 34 años, sigue siendo requerida como imagen de productos como los cereales 'Special K Classic'. Y es que, si de algo puede presumir Verónica Blume, es de vida saludable. Vegetariana y profesora de yoga, esta madre de un chico de nueve años llamado Liam, nos confiesa hoy todos sus secretos en torno a la alimentación y a una profesión de la que aún continúa enamorada.

-A usted dieta no le hace falta, ¿verdad?

-Bueno, cuando empecé en mi trabajo, con quince años, sí que me apunté a un par de regímenes rápidos sin tener ni idea. Con el tiempo he aprendido a cuidar mi alimentación y la de mi niño. Soy vegetariana desde los dieciséis. Tomo mucha proteína, arroz, verdura, fruta, cereales  integrales... Básicamente es lo que me mantiene, si no equilibrada, al menos sí estable.  Me gusta desayunar bien, aunque nada de huevos, bacon o salchichas, y cenar poquito. Me resulta más ligero así.

-¿Su hijo también le ha salido tan disciplinado?

-(Risas) Lo intenté pero, con su edad, es imposible. Él come todo tipo de verduras pero vivimos en Barcelona y en 2012, no en el monte. El azúcar y el dulce están ahí para seducir a los pequeños y preocuparnos a los mayores. Yo no se la cocino pero carne come.

-Siempre le quedan técnicas como el yoga para tranquilizarse...

-Es que eso ha sido un doble aterrizaje. Lo descubrí estando embarazada y ha sido importantísimo para mí. Te da elasticidad y relax mental y estableces una comunicación directa con tu cuerpo. Aprendes lo que te viene bien y lo que no. A mí me funciona igual que a otros puede venirle bien hacer kung-fu. Por otro lado, la moda es irreal, un juego. Jamás debe ser un estilo de vida aunque, de vez en cuando, sí que me permito fantasear con ser las más  top. En cuanto a lo de ser madre de un hijo preadolescente, tengo que confesarte que, a pesar de ser bastante tranquila, el yoga me calma más aún.

-¿Sabe Liam a qué se dedica su mamá?

-Sí, claro. Poco a poco ha ido dándose cuenta.

-¡Como para no hacerlo! ¡No dejan de llamarla para campañas!

-La verdad es que llevo dos décadas en esto y estoy muy agradecida de poder mantenerme activa. Aparte, estoy escribiendo dos blogs para darle voz a esa fachada que ha estado "calladita" (risas). Uno es sobre niños y embarazos y el otro sobre temas de belleza.

-¿Se lleva bien con el paso del tiempo o es una cuestión que le da dolores de cabeza?

-Por ahora sí que lo estoy asimilando con deportividad. Vengo de una familia en la que mi madre no se ha obsesionado por los tratamientos pero, de todos modos, dentro de diez años te lo diré (risas). Lo mismo para entonces ha cambiado la cosa...

-¿Y en cuanto a este verano? ¿Algún plan concreto para las vacaciones estivales?

-Iré a Ibiza unos días. Eso es seguro. Me encanta la isla y me hace mucha ilusión estar allí con Liam porque hace bastante que no voy y es un auténtico paraíso. Luego me escaparé a Asia, un continente que me apasiona y del que vuelves cambiada y con otra perspectiva de la realidad.