Pasarela

Pili Carrera viste a los 'principitos'

  • La firma gallega de moda infantil que cose para la infanta Sofía y las princesas de Holanda echa atrás un ERE que había planteado

El trabajo de la diseñadora gallega Pili Carrera saltó a las portadas internacionales cuando las princesas de Holanda (Amalia, Alexia y Arianne) lucieron sus famosos vestidos amarillos en la entronización de su padre, el rey Guillermo. Aquel día, en el Facebook de Pili Carrera, se pudo leer: "Todo un orgullo para la firma", que también asegura que "todo el proceso de producción, desde el diseño hasta el acabado final, se hace en Mos, cerca de Vigo".

Según explica Salomé Carrera, directora general de la marca desde 2015 e hija de Pili, la fundadora, este salto a la realeza holandesa no fue casualidad. "Fue la firma quien tomó la iniciativa. Se enviaron varios catálogos con nuestros diseños a la casa real de Holanda. Gustaron y solicitaron el pedido (ahora encargan por temporadas). Aquel impacto mediático llevó a la firma Pili Carrera por todo el mundo. Siempre estaremos agradecidos a la reina Máxima". Cada aparición pública con sus creaciones, que también lucen en muchas ocasiones la princesa Leonor y la infanta Sofía, hijas de nuestros Reyes, así como Isabel y Josefina de Dinamarca, Carlota de Cambridge o las vivarachas Leonor y Estela de Suecia, transforman las prendas en cuestión en auténticos best sellers inmediatos en ventas.

"100% familiar", como afirma su creadora que es la marca, en una parcela de Mos se diseñan y fabrican desde el año 1963 las prendas que lucirán luego los vástagos de la realeza europea. De la primera tienda en Vigo ha llovido bastante, pero la heredera confiesa que se sigue emocionando cuando descubre un local con su nombre en el extranjero. "Estamos presentes en 15 países con 60 establecimientos monomarca. Nuestras colecciones se venden en centros como Neiman Marcus, en Estados Unidos, o Harvey Nichols, en Londres, e incluso en Abu Dhabi".

A pesar del éxito, la compañía planteó a principios de este mes un ERE que afectaría a sus más de 200 trabajadores. Ahora ha dado marcha atrás alegando que la decisión se produce tras el análisis por parte de la dirección de otras alternativas de índole productivo y por la "baja aceptación" de la medida. Finalmente su creciente expansión internacional no afectará a los puestos de trabajo, pero sí a la "metodología" de trabajo, afirman.

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