Desde la visita de estado que realizaron en 2009 Nicolás Zarkozy y Carla Bruni a España, nunca se había hablado tanto del duelo de estilo entre la Reina y su invitada. La recepción que se ofreció ayer en el Palacio Real al presidente de Argentina y su esposa era una de esas ocasiones en las que la elegancia de Doña Letizia se ponía en una balanza con la de su 'contrincante', considerada por muchos como una de las primeras damas con más estilo del mundo y denominada 'la nueva Jackie' por su derroche de glamour.

En el primer cruce de estilos, el duelo quedó en tablas. Tanto Doña Letizia como Juliana Awada estuvieron acertadas con el look elegido para la ocasión, ambas con trajes de chaqueta en tono rosa y melenas recogidas en moños bajos. Doña Letizia tiró de fondo de armario y apostó por un traje de chaqueta de lana de Felipe Varela que ya ha lucido en otras ocasiones, mientras que Awada estrenó un vestido rosa con escote de encaje y abrigo del mismo tono en el que llamaba la atención su gran cuello de piel.

El verdadero duelo se produjo en la cena de gala que se ofreció pasadas las ocho de la noche en el Palacio Real, donde la argentina se convirtió en el centro de todas las miradas. La Reina fue más sobria y se decantó por un sencillo vestido recto de terciopelo negro con cuello caja y mangas largas, una elección que, pese a no ser de las más llamativas de su armario, ganó enteros con la tiara que eligió para la ocasión, la de la Flor de Lis, considerada la más importante de su joyero, que combinó con las pulseras gemelas de brillantes del mismo juego. Juliana Awada, por su parte, siguió apostando al rosa, esta vez con un vestido de organza de corte princesa en el que resaltaban los bordados con pedrería tanto en el cuerpo como en parte de la falda. El diseño, de escote de pico y tirantes anchos, dejaba también protagonismo a las transparencias de su espalda.