Julio Iglesias podría sumar un nuevo hijo a su ya extensa prole. Un estudio de ADN con material genético recogido en el entorno del cantante en Miami asegura que Javier Santos es en un 99,9% hijo de Julio Iglesias.

La historia es muy parecida a la del torero Manuel Díaz, tanto que hasta comparte el mismo bufete de abogados en Sevilla a pesar de que el supuesto hijo biológico de Iglesias es valenciano. Javier tiene ahora 41 años, pero desde que era un chaval pelea por conseguir los apellidos del artista basándose tanto en la palabra de su madre como en el gran parecido físico con el que se supone que es su progenitor. María Edite Santos, la madre de Javier, ya contó su historia -teniendo de testigo a su hijo en la rueda de prensa- cuando el chico no era más que un adolescente, a principios de los años 90. Ella era bailarina y durante el verano de 1975 mantuvo una corta relación con Julio Iglesias, que por aquel entonces estaba casado con Isabel Preysler. Fruto de aquel encuentro nació su hijo Javier, que nunca fue reconocido por el artista gallego. La justicia, en primera instancia le dio la razón, aunque un recurso de apelación terminó inclinando la balanza a favor del cantante.

Aunque Javier intentó sacar rédito de aquella fama momentánea y se puso detrás de un micrófono intentando emular al que decían podía ser su padre, lo cierto es que al final terminó tirando la toalla en esta pelea. A diferencia de su madre, que hace una década sacó a la luz el libro Un hijo con Julio Iglesias contando su historia, aunque realmente éste pasara sin pena ni gloria por las librerías.

Ahora Javier, seguramente amparado por la victoria de El Cordobés en los tribunales, vuelve a pelear por aquella historia de amor que le contó su madre cuando era sólo un crío. Gracias al material genético que un detective privado ha obtenido del entorno de Julio Iglesias (el abogado ha reconocido en televisión que se sacó de la basura) y de la posterior prueba biológica que asegura que en un 99,99% es hijo del cantante, lo único que le queda es presentar una demanda pidiéndole al cantante sus apellidos. Sólo cuando tenga la sentencia en la mano podrá poner fin a una batalla legal que comenzó hace 25 años.