Feria de Los Barrios

Un lugar donde ganarse el jornal

  • La feria también es punto de reunión para multitud de oficios: músicos, camareros, cocineros, vendedores e incluso modistas llenan su bolsillo mientras otros los vacían

El recinto ferial es también emplazamiento donde ganarse la vida. Un evento de estas características genera numerosos empleos y actividad económica mientras que el gran público se divierte.  

Evidentemente, no hay feria sin feriantes. Un empleo nómada que lleva a familias enteras a recorrer media España desde el inicio de la primavera hasta la llegada del otoño. Vivir con la casa a cuestas.

La hostelería es otro de los grandes sectores que se mueven en torno a la celebración de los festejos. Camareros, cocineros y la red logística que surte a las casetas y puestos de alimentos y bebidas para los ágapes.

En la cabalgata, los músicos integrantes de las bandas y charangas, así como los animadores disfrazados de personajes de ficción también cobran por participar en el cortejo inaugural. Y qué decir de las orquestas. Músicos incombustibles, cantantes con trajes de brillos deslumbrantes y técnicos de sonido que acarrean altavoces, sintetizadores y metros de cable de pueblo en pueblo junto a las partituras de los temas de moda.

No ganan dinero, pero contribuyen a hacerlo ganar. Este año también se están dejando ver por la feria voluntarios de la Cruz Roja, debidamente acreditados, encargados de vender lotería del popular Sorteo del Oro.

Y, claro está, la crisis también agudiza el ingenio y la feria se convierte en un lugar donde sacar unos euros extra aunque sea recurriendo a la economía sumergida. La venta de mazos de espárragos, tabaco o almendras garrapiñadas son otras de las actividades que se dejan ver estos días junto a la reiterada cantinela de las vendedoras de rosas y claveles, tanto de los de verdad como de los de plástico.  

La seguridad es otro de los pilares de cualquier lugar de concentración masiva de personas junto con la limpieza. A los barrenderos se suma un amplio dispositivo de Policía Local, Guardia Civil, seguridad privada y sanitarios que velan por la integridad de los más enferiados.

Y la moda flamenca es otro de los oficios que no suelen trascender pero que también tienen su razón de ser en días como éstos. Además de las firmas profesionales y los canales habituales de venta, la gente mañosa suele sacar un sobresueldo con la confección de trajes de corto y de gitana. Una labor compleja pero que, bien hecha, es digna de admirar.

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