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Grupo A · Suiza

Suiza soñó apenas cinco días: "¡Final! ¡Fuera! ¡Se acabó!"

  • El equipo alpino se une a Bélgica como el único anfitrión de la historia que no ha pasado de la primera fase. Hoy puede caer también Austria.

La tristeza suiza no tiene fin: el día posterior a la eliminación de la Eurocopa 2008 los coanfitriones cayeron en la cuenta del adiós a un sueño que sólo les duró cinco días, bastante menos de lo que esperaban.

"¡Final! ¡Fuera! ¡Se acabó!", tituló hoy el diario de masas Blick tras la derrota del miércoles ante Turquía por 2-1 en el último minuto, la segunda caída tras la sufrida en el debut ante la Repúbica Checa.

"Es doloroso", admitió un hundido Jakob "Kobi" Kuhn, entrenador de una selección que defraudó. "Sólo queda un gran vacío", dijo con voz triste Tranquillo Barnetta.

Suiza se unió así a Bélgica como el único anfitrión en la historia en ser eliminado en la primera fase de la Eurocopa, algo de lo que los seguidores de la "Nati" no pueden estar orgullosos.

"En el vestuario sólo había silencio. Estamos todos destruidos", reconoció tras el partido el capitán suplente, Ludovic Magnin. "El sueño se terminó, finito. En fútbol se paga al contado". Es decir, con goles.

"Es el peor día de mi carrera", añadió Patrick Muller, jefe de una defensa suiza que no funcionó precisamente bien en el torneo.

"Trabajamos duro dos años, jugamos bien y el pago no está ahí. Es un momento muy amargo, una desilusión para toda Suiza", dijo el delantero Murat Yakin.

Las metas suizas eran tan altas como sus montañas. "Estación final: Viena", rezaba una leyenda en el autobus del equipo, que se quedó muy lejos de viajar a la final del 29 de junio en Viena.

Suiza tiene derecho a echarle la culpa a la mala suerte, porque una cadena de infortunios se cebó con el equipo.

La grave enfermedad de Alice Kuhn afectó el ánimo del entrenador y del equipo. Luego siguió el "shock" de la lesión del capitán, Alexander Frei, en el partido inaugural.

"Jugamos de igual a igual con dos de los mejores equipos de Europa, dejamos todo", dijo hoy Kuhn, que tiene ahora como objetivo lograr ante Portugal la primera victoria de Suiza en una Eurocopa. "Es nuestra gran meta".

Será la hora del adiós para Kuhn, de 64 años, tras siete años al frente de la "Nati".

"Queríamos llegar por él a cuartos de final, ahora queremos al menos lograr algo lindo con una victoria", aseguró Muller.

Magnin ya piensa en la nueva era que se abre con el alemán Ottmar Hitzfeld al mando.

"Espero que traiga un nuevo aire, tras siete años lo necesitamos", dijo el jugador de la Bundesliga, con la mira puesta en el partido clasificatorio para el Mundial 2010 que deberá jugar el 10 de septiembre con Luxemburgo.

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