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España

Los candidatos se verán las caras en un debate organizado por la gestora

  • La dirección interina se afana en eliminar el mensaje de que hay candidaturas de dirigentes y de militantes

  • El Comité Federal convocará las primarias para el 21 de mayo

Susana Díaz

Susana Díaz / Efe

La maquinaria del PSOE parece cada vez más engrasada para hacer funcionar el proceso de primarias que culminará con la elección de su nuevo secretario general. En paralelo, los motores de los equipos de los tres aspirantes a liderar el partido -Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López- han dejado atrás la fase de rodaje y puesta a punto. Ya no hay pruebas. La carrera sí ha comenzado ahora de verdad. La competición culminará el día 21 de mayo. El Comité Federal dará el visto bueno a esa fecha para la celebración de las primarias y las de los días 17 y 18 de junio para el Congreso.

Díaz arrancó el domingo. El equipo de su candidatura no escatimó y se alejó todo lo que puedo de la racanería, sobre todo en el apoyo de notables. "Fue una fiesta". Así describió anoche la presidenta andaluza en una entrevista en Telecinco el acto en Ifema, donde estuvo arropada por notables del partido como González, Guerra, Zapatero, Rubalca y Bono, entre otros.

Este abrigo de destacados miembros históricos del partido a la candidata andaluza fue aprovechado por el equipo de Sánchez para transmitir lo que el PSOE se juega en el futuro: un partido al gusto de sus dirigentes o un partido de las bases. Los pedristas se arrogan la defensa de los intereses de éstas y acusan a los seguidores de Díaz -incluso a la propia gestora- de empeñarse en mantener al partido bajo el control de la élite.

Esta tesis fue contestada ayer por "maniquea" e "irreal". Lo hizo el líder de los socialistas valencianos y presidente de la Generalitat de Valencia, Ximo Puig, quien defendió que esta dicotomía entre dirigentes y bases en el PSOE es "absurda y falsa". "Hay militantes que piensan de una manera y militantes que piensan de otra". Sin citarlo, Puig censuró a Sánchez, que a pesar de haber tres aspirantes en liza ya habla de sólo dos opciones: un PSOE del siglo XX, es decir, caduco, y otro del XXI, "de izquierdas o con la militancia". Sánchez defiende que éste es el que él aspira a liderar.

Uno y otro modelo, si los hay, se verán las caras en un debate diseñado por el comité organizador. Será la oportunidad de Díaz, Sánchez y López para hacer llegar a los socialistas su idea del partido. Se repetirá de esta manera lo que ocurrió en 2014, cuando Ferraz también organizó un debate para los candidatos de entonces: Pedro Sánchez, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias.

La recogida de avales de avales no dará inicio hasta pasadas las vacaciones de Semana Santa, cuando también se admitirán las precandidaturas. Tanto el tiempo para que los aspirantes pidan las firmas a los militantes que les conviertan en candidatos como la campaña antes de las primarias mantendrán los plazos del proceso de 2014, es decir, quince días para los avales y diez u once días para la campaña de información interna.

Con todo, la fase previa del proceso continúa desarrollándose bajo temperaturas muy altas y sin visos de que vayan a remitir. Es el caso de la financiación de la candidatura de Sánchez, que sigue apostando por el micromecenazgo. El portavoz de la Gestora del PSOE, Mario Jiménez, insistió ayer en que las normas para costear del proceso de primarias "están fijadas con mucha claridad" y advirtió que si algún candidato decide no cumplirlas, en clara referencia al ex secretario general y su crowdfunding, será "su responsabilidad".

Precisamente ayer, Sánchez se mostró especialmente crítico con Susana Díaz. El ex líder del partido desafió a aquellos que le cuestionaron y que promovieron su destitución a que expliquen "por qué se abstuvieron" ante Mariano Rajoy, ahora que "ya tienen candidatura". "Estos meses hemos venido escuchando que primero es el qué y luego el quién. Bien, ya sabemos el qué y el quién. Ahora queremos saber el por qué, queremos saber por qué derrocaron a un secretario general elegido por la militancia, por qué no consultaron a la militancia sobre la abstención ante el PP", dijo ante afiliados en Las Palmas de Gran Canaria

Por su parte, Patxi López, advirtió en Melilla que si después del congreso de junio sale un PSOE dividido "da igual quién gane" y por ello se esforzó en transmitir que su objetivo e incluso "mi obsesión" es unir a los socialistas.

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