El presidente del Gobierno y candidato a la reelección, José Luis Rodríguez Zapatero, reprochó ayer en un mitin en Santander al líder del PP, Mariano Rajoy, que después de haberse pasado cuatro años criticando la política antiterrorista del PSOE y afirmando que "fortalecía" a ETA, no haya dicho nada tras las detenciones de los últimos integrantes del comando que atentó contra la T-4 y opte por "guardar silencio".

Aprovechando su intervención en la capital cántabra en un abarrotado Palacio de Exposiciones, el secretario general del PSOE destacó que se ha culminado una "gran operación, un éxito de la Guardia Civil" y, sin embargo, Rajoy no sólo no ha dicho nada, sino que "ni siquiera" ha mostrado su apoyo a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

Según dijo, después de cuatro años viendo la actitud del PP "haciendo sólo oposición" con la política antiterrorista en lugar de apoyar al Gobierno ha comprendido que "la patria de la derecha en este país es el poder, y su sentimiento, la revancha". Frente a ello, Zapatero contrapuso la actitud de Rajoy con la que él mismo adoptó cuando lideró la oposición siendo José María Aznar presidente. "En los cuatro años que estuve en la oposición apoyé a Aznar en todo lo que hizo en la lucha antiterrorista, porque soy un patriota de verdad y porque me importa España más que el poder", insistió Zapatero.

Al tiempo, desde Málaga, el secretario general de los populares, Ángel Acebes, aseguraba ayer que su partido se alegra "siempre" cuando se produce la desarticulación de un comando terrorista, como ha ocurrido con el que atentó contra la T-4 de Barajas, porque "es la política que hemos defendido siempre, la política de la derrota de ETA". El número dos de los populares afirmó que "para el PP siempre es una buena noticia cualquier acción de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad", a las que felicitó al igual que "a todos los responsables de la detención de comandos terroristas".

Zapatero aseguró que su objetivo fundamental "para hoy y para mañana" es que nadie empuje a nadie hacia el enfrentamiento, en contra de la actitud "clasista" del PP de "dividir" y enfrentar.

En tono irónico, Zapatero agradeció las declaraciones del secretario de Economía del PP, Miguel Arias Cañete, cuando dijo que le gustaban los camareros de antes, que "tenían que ser serviles y agachar la cabeza", según el líder socialista.

Convencido de que el país podrá estar en el club de los más prósperos, Zapatero afirmó que su proyecto permitirá a España ser "de los más decentes socialmente", su "gran objetivo" para la próxima legislatura.