España

Perfil: Una figura clave en la Constitución e impulsor de la Carlos III

  • Dedicó su vida al derecho, la política y la docencia. Recibió numerosas condecoraciones, entre otras, la Legión de Honor francesa y la Cruz de Carlos III.

Con la muerte del abogado y catedrático Gregorio Peces Barba Martínez, fallecido el 24 de julio de 2012 en Oviedo a los 74 años, desaparece un padre de la Constitución que ocupó la presidencia del Congreso tras la primera victoria electoral del PSOE y lideró la creación y el desarrollo de la Universidad Carlos III.

Nacido el 13 de enero de 1938 y licenciado en Derecho por la Universidad Complutense, ejerció como abogado desde 1962 y durante la dictadura fue defensor en numerosos juicios ante el Tribunal de Orden Público (TOP) y en diversos consejos de guerra, entre ellos el célebre proceso de Burgos de 1970, en el que defendió a Víctor Aranda, acusado de ser miembro de ETA.

De formación demócrata-cristiana, perteneció al grupo Izquierda Democrática y en 1972, tras ser detenido y suspendido de la abogacía durante tres meses por el TOP, se afilió al PSOE, partido en el que, después de la muerte de Franco, fue vicepresidente de su XXVII Congreso en 1976 y presidente del Primer Congreso de la Federación Socialista Madrileña (FSM) en 1977.

En las primeras elecciones democráticas, celebradas aquel año, resultó elegido diputado por Valladolid, donde encabezó la candidatura del PSOE, y en el Congreso fue nombrado secretario general del Grupo Socialista, al que representó en la ponencia encargada de estudiar el anteproyecto de la Constitución.

Sin embargo, el 7 de marzo de 1978 se retiró de esta ponencia en cumplimiento de las instrucciones de su partido, aunque firmó el anteproyecto definitivo de la Carta Magna con la precisión de que su firma no presuponía el consenso del PSOE. Alineado con las tesis de Felipe González en el Congreso Extraordinario del PSOE que eliminó en 1979 el marxismo de la definición ideológica del partido, tras el aplastante triunfo socialista en los comicios de octubre de 1982, fue elegido presidente del Congreso de los Diputados por 338 votos a favor, ocho en blanco y ninguno en contra.

Su decisión de seguir impartiendo clases en la Universidad Complutense causó malestar en la Ejecutiva Federal del partido, pero consiguió una excedencia especial que le permitió impartir la docencia varios días a la semana sin percibir remuneración.

Tras cesar como presidente del Congreso en junio de 1986, solicitó su incorporación a la cátedra de Derecho Natural y Filosofía del Derecho en la Complutense y, tres años más tarde, fue nombrado presidente de la Comisión Gestora de la Universidad Carlos 111, recién creada en la zona sur de Madrid.

Con la puesta en marcha de su primer curso académico, en 1990, inició una larga etapa profesional como rector de la Carlos III, que se prolongó hasta abril de 2007 y durante la cual fue designado junto a Adolfo Suárez y Joaquín Ruiz-Giménez para asesorar en prácticas democráticas al Gobierno de Guinea Ecuatorial (1991) e ingresó en la Real Academia de Ciencias Políticas y Morales (1993).

También fue presidente de la Junta Arbitral de Consumo Nacional y de la Sociedad Española de Filosofía Jurídica y Social, así como director del Instituto de Derechos Humanos, y siguió ejerciendo como abogado en casos como la defensa en 1997 del exministro de Sanidad y expresidente de Renfe Julián García Valverde, imputado en la investigación sobre financiación irregular del PSOE.

José Luis Rodríguez Zapatero le incluyó en su comité de asesores para las elecciones de marzo de 2004 y, unos meses después de su victoria, le nombró Alto Comisionado para la Atención a las Víctimas del Terrorismo, cargo en el que recibió duras críticas de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y del que dimitió en septiembre de 2006 para dedicarse de lleno a su trabajo docente.

Desde que concluyó su mandato al frente de la Universidad Carlos III, gran parte de su actividad pública se repartió entre conferencias, cursos y seminarios, y en colaboraciones en varios medios de comunicación. Volvió al primer plano de la actualidad al desvelar que el PSM había tanteado si le interesaba ser candidato a la alcaldía de Madrid, algo que descartó para apoyar a Jaime Lissavetzky.

Doctor honoris causa por las universidades de Vigo, León, Jaén, Educación a Distancia (UNED), Saint Louis, Toulouse, Amedeo Avogadro del Piamonte Oriental y Middleburg College, Peces-Barba fue condecorado, entre otras distinciones, con las grandes cruces de San Raimundo de Peñafort, Carlos III, del Mérito Naval y el Mérito Militar, así como con la Legión de Honor francesa.

Gran aficionado al fútbol y declarado seguidor del Real Madrid, se presentó en la candidatura encabezada por Lorenzo Sanz para la presidencia del club en las elecciones de julio 2000, que ganó Florentino Pérez.

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