El lehendakari, Juan José Ibarretxe, expresó su más rotunda condena y la de todo su Gobierno y el pueblo vasco ante el atentado de ETA y exigió a la banda terrorista que "no manche el nombre del pueblo vasco" usándolo como excusa "para sus asesinatos" a la vez que advirtió que es el "mayor obstáculo" para que los vascos recorran su camino y profundicen en su "identidad".

El lehendakari pidió al resto de fuerzas políticas que no se resignen ante la violencia y que "arriesguen" por la paz y para llegar a acuerdos políticos con el fin de que los vascos decidan su futuro. "La sociedad nos exige a quienes podemos, que lo hagamos".

En una comparecencia extraordinaria en la sede de la Lehendakaritza en Vitoria, Ibarretxe señaló que era "un amanecer triste", de los muchos que ya le ha tocado vivir a Euskadi, y lamentó todo el daño que al pueblo vasco le está haciendo "la violencia irracional, cruel, cobarde de ETA" tanto "hacia dentro como hacia fuera".

"¡Qué heroicidad! Que heroicidad atentar contra una casa-cuartel. No digas, ETA, que ha sido por la patria ni que es por el pueblo vasco, por favor. Qué heroicidad atentar contra una casa cuartel en la que viven unos guardias civiles sencillos con sus familias, con sus hijos y sus hijas", proclamó el lehendakari.

Lo que no hizo Ibarretxe fue exigir a ANV que dé un paso al frente y condene la violencia etarra, aunque sí lo hicieron algunos dirigentes del PNV. Entre ellos el senador Iñaki Anasagasti, que pidió a los dirigentes de la formación abertzale, "la ETA sociológica", que tengan "la valentía moral de no quedarse absolutamente callados ante una pérdida humana como si fuera un fenómeno meteorológico".