La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido al juez Baltasar Garzón que procese al ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi y al ex secretario general de LAB Rafa Díez Usabiaga como dirigentes del grupo Bateragune, y a otras 7 personas por un delito de pertenencia a organización terrorista.

En su escrito, el fiscal subraya que "aparecen indicios racionales de criminalidad" de que los imputados, de los que cinco fueron enviados a prisión por Garzón el pasado 16 de octubre por intentar reconstruir la dirección de la formación ilegalizada, constituyen un grupo, Bateragune, que actúa en el Movimiento de Liberación Nacional Vasco "con funciones de dirección política del entramado".

El magistrado de la Audiencia Nacional decretó el ingreso en prisión para Otegi, Díez Usabiaga, la ex tesorera del PCTV-EHAK Sonia Jacinto; Miren Zabaleta, hija del coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta, y Arkaitz Rodríguez, que fue juzgado en 2006 por ser miembro de los aparatos de captación e información de ETA y que resultó absuelto.

Mientras, dejó en libertad al histórico dirigente de Batasuna Rufi Etxebarria, Ainara Oiz Elorriaga, José Luis Moreno Sagües, José Manuel Serra y Amaia Esnal.

Para el fiscal, existen indicios de la existencia de una actividad terrorista "efectuada coordinadamente bajo la supervisión de ETA" a la que definen como "vanguardia del movimiento" desdoblada en actividades de violencia terrorista ejercidas por la banda y la de ejecución de tareas en apoyo de dicha organización, "con el mismo propósito de conseguir un ámbito de actuación impune de la organización armada".

De la documentación intervenida a los arrestados y a los etarras Ekaitz Sirvent, Itziar Plaza, Asier Borrero, Iurgi Garitagoitia, Garzón mantuvo que durante el proceso de debate interno de ETA -desarrollado entre el verano de 2007 y la primavera de 2008- se concluyó que había que crear una "nueva referencia institucional y política" cuya estrategia fuera la "combinación criminal de votos y bombas".

El fiscal asegura que de la celebración de actos y convocatorias descritos en el auto de Garzón se desprende la presentación de un "bloque para el desarrollo de una estrategia soberanista", que sucediera a Batasuna, cuya constitución estaba prevista para la primavera de 2010.

La existencia y función de Bateragune se constata en un documento manuscrito e intervenido al ex portavoz de Batasuna, al que el juez también atribuyó el papel de máximo responsable y como tal era el encargado de "conseguir treguas encubiertas para Euskal Herria de acciones de ETA, en cumplimiento de las directivas de ésta".