España

Declaración de independencia en ciernes

  • Junqueras mantiene la incógnita y apunta que serán "responsables con el mandato ciudadano"

  • Si se declara la República, el Gobierno debería intervenir la Generalitat con el artículo 155 y cabría la detención por sedición

Declaración de independencia en ciernes

El Govern no aclara si la próxima semana proclamará la República de Cataluña, tal como prevé su ley del referéndum. El vicepresidente Oriol Junqueras respondió a la pregunta realizada por este medio del siguiente modo: "Actuaremos con responsabilidad y responsabilidad es hacer cumplir el mandato de los ciudadanos". "¿Puede responder con un sí o un puede?" Se volvió a preguntar, a lo que Junquera contestó: "Permítame que sea responsable". Todo indica que sí, que se producirá esa declaración que forma parte de la tradición independentista, aunque entre los socios, ERC y PDeCAT, hay serias diferencias. Ciudadanos no duda de que ese es el último objetivo de Junqueras y del presidente Puigdemont: izar la bandera desde el balcón. "Balconing", lo ha llamado el socialista Miquel Iceta, siempre dado a las ocurrencias.

Si hay un lugar emblemático para el independentismo catalán, ese es el balcón del Palacio de la Generalitat, uno de los edificios que cuadran la plaza de Sant Jaume en el barrio gótico de Barcelona. Donde Jordi Pujol festejaba sus victorias. Fue allí, también un mes de octubre pero de 1977, desde donde Tarradellas clamó: "Ciutadans de Catalunya, ja soc aquí". El presidente en el exilio regresó, visitó primero Madrid y allí pactó con Adolfo Suárez el restablecimiento de una pequeña porción de la legalidad republicana, el autogobierno de Cataluña, antes incluso de aprobar la Constitución de 1978. Y fue también en ese balcón donde Lluís Companys proclamó la República catalana el 6 de octubre de 1934, un Estado que apenas duró 10 horas y que se acabó después de que el general Domingo Batet redujese a tiros un levantamiento, en parte violento, que acabó con 46 muertos y que supuso uno de los múltiples golpes que sufrió la Segunda República. Aquella vez el jefe de los Mossos, Enrique Pérez, puso sus armas a favor de una rebelión que fue secundada por cientos de escamots, los paramilitares creados en la década de los veinte por el Estat Catalá.

Si impiden que haya una mesa o un colegio, los ciudadanos igualmente podrán ir a votar"

El PDeCAT, el partido del president Puigdemont, quiere abrir un periodo de transición, darse un tiempo de negociación, pero ERC desea proclamar la República el miércoles o el jueves. Según la ley del referéndum de autodeterminación, aprobado en la Cámara catalana aunque suspendido por el Constitucional, la República quedará proclamada en el Parlament a los dos días de confirmados los resultados de la consulta. Es decir que, según su ley, la Cámara catalana podría proclamarla el próximo miércoles si los resultados del referéndum fuesen afirmativos.

Esta decisión debe entrar en el Parlament como uno de los puntos del orden del día del Pleno del miércoles, que ya está convocado. Aunque no se ha registrado la iniciativa, cabría que entrase como una alteración del orden del día. Fue así fue como se sacaron adelante las dos leyes de desconexión suspendidas por el Constitucional. Bastó que la portavoz de ERC, Marta Rovira, los solicitase para que la presidenta de la Cámara, Carme Forcadell, diese paso a ello. Si mañana se ponen las urnas, o algunas, y si hay un escrutinio oficial, aunque sea falso, habrá que prepararse para la declaración, porque ERC y la CUP lo solicitarán en el Parlament.

En el caso de esta proclamación, el Gobierno de Rajoy tendría que dar un nuevo paso, y éste debería incluir la puesta en marcha del artículo 155 de la Constitución y el encargo a la Fiscalía para que actuase contra los responsables por un delito de sedición; en este caso, cabría incluso la sedición. El artículo faculta al Ejecutivo a tomar decisiones tendentes a restablecer el orden constitucional, previa autorización del Senado por mayoría absoluta. El abanico de opciones es muy amplio, pero en un caso tan grave incluiría la asunción de la Presidencia de la Generalitat por parte de un responsable del Gobierno. Fue eso precisamente lo que tuvo que hacer la Segunda República en 1934: depuso y detuvo a Companys y puso en su lugar a Francisco Jiménez. Los dos protagonistas de aquel día coincidieron en su terrible final: Batet fue fusilado por los alzados en 1936 al permanecer leal a la Segunda República y Companys corrió la misma suerte tras ser detenido por la Gestapo en la Francia ocupada y entregado al régimen de Franco.

Por muy extraordinario que parezca el escenario de la proclamación de independencia, es una posibilidad creíble. De hecho, Ciudadanos ha propuesto que, en caso de aplicar el artículo 155, la Generalitat debería estar intervenida hasta restablecer la ley y convocar nuevas elecciones autonómicas. Si fuese así, si los extremistas llevasen a ello, el Gobierno preferiría esperar también a conocer qué cargos actuales serán inhabilitados por los jueces. De momento, la querella presentada por la Fiscalía incluye los delitos de prevaricación, desobediencia y malversación para varios dirigentes, por lo que podrían ser inhabilitados.

El 2 de octubre es una incógnita. Nadie sabe qué ocurrirá después, dependerá mucho de si el Gobierno es capaz de hacer cumplir la palabra de Rajoy de que no habrá votación, pero el lunes y el martes encierran mayores incertidumbres. En el mejor de los casos también podría ocurrir que Puigdemont, vista la imposibilidad de la consulta, disolviese el Parlament y convocase elecciones, que consideraría plebiscitarias. Claro, que eso fue lo que hizo Artur Mas: el 9-N de 2014 también hubo una consulta, que no ganó ni de facto, y unas plebiscitarias, el 29-S de 2015, en la que los independentistas tampoco alcanzaron la mitad de los votos.

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