Economía

Los fondos de inversión incendian la carrera por los hoteles en la Costa

  • Más de 20 establecimientos han sido comprados en los últimos dos años en la capital y el litoral

  • Las firmas de inversión Hispania y Hi partners se han hecho con seis de ellos

Los fondos de inversión incendian  la carrera por los hoteles en la Costa

Los fondos de inversión incendian la carrera por los hoteles en la Costa

Más de 20 hoteles de la Costa del Sol y la capital han cambiado de manos en apenas tres años. Los excepcionales datos que arroja el turismo y el escaso interés que ofrecen otros activos han convertido la inversión hotelera en un caramelo muy disputado. A principios de agosto Internos Global Inverstors, un fondo de inversión inmobiliario fundado en 2008 por Jos Short y Andrew Thornton, dos británicos con experiencia previa en el sector inmobiliario de Estados Unidos, confirmaron la compra del Vincci Posada del Patio, un establecimiento de cinco estrellas ubicado en el centro de Málaga, por el que han desembolsado 26,7 millones de euros. Este es solo un ejemplo de libro de un fenómeno que ahora mismo parece imparable.

En julio el hotel Príncipe Sol de Torremolinos cambió de manos por segunda vez en dos años. El grupo Meliá lo vendió en 2015 al fondo de inversión estadounidense Starwood Capital. La operación formaba parte de un acuerdo global que comprendía siete complejos hoteleros en España. La firma norteamericana, sin embargo, apenas ha mantenido 24 meses la propiedad, que en julio vendió al fondo británico London Regional Properties.

A principios de año Hispania Activos Inmobiliarios, una sociedad cotizada de inversión en el mercado inmobiliario (socimi) vinculada al magnate estadounidense de origen húngaro George Soros, adquirió su tercer hotel en la provincia: se trata del NH Málaga, un complejo por el que desembolsó 23 millones de euros con el compromiso de abordar una ampliación por importe de 18 millones más. En 2015 se había hecho con el Vicci Málaga (20 millones de euros) y en 2014 adquirió al empresario de origen marroquí Judas Azuelos el hotel Guadalmina, de cuatro estrellas, en una operación estimada en 21,5 millones de euros.

Hispania es una de las firmas de inversión con más activos hoteleros en España, un protagonismo que le disputa Hi Partners, un fondo inmobiliario creado en 2015 por el banco Sabadell para sacar partido a los establecimientos que se había adjudicado como resultado de la crisis inmobiliaria. A los activos iniciales ha sumado la compra de varios complejos más, de modo que en la actualidad cuenta con más de 30, de ellos tres en Málaga. En 2015 se hizo con el hotel Silken Puerta Málaga, ahora redenominado Sercotel Málaga, que sufría los efectos de la quiebra de su anterior propietario, el grupo constructor Urvasco. En 2016, y por los mismos motivos, incorporó Incosol, un establecimiento pionero en el turismo de salud en la Costa del Sol en la actualidad cerrado, y a finales del año pasado compró al grupo AC el Málaga Palacio, un cuatro estrellas emblemático de la ciudad cuya gestión se mantiene en manos del empresario Antonio Catalán.

Además, a finales de 2016 el fondo francés Foncière des Régions desembolsó más de 500 millones por los 19 establecimientos hoteleros que poseía en España la socimi Merlin Properties, entre los que figuraba el Tryp Alameda, en Málaga. La operación casi coincidió en el tiempo con la llegada de Activum SG Capital, un fondo de inversión inmobiliaria interesado en el mercado alemán y español con sede en Saint Helier, capital de la isla de Jersey, considerada por la OCDE paraíso fiscal. Esta firma adquirió a la Sociedad Azucarera Larios el edificio del marqués de Sonora, un inmueble protegido ubicado en la calle Granada que planea rehabilitar como hotel de lujo con 82 habitaciones.

Además Mazabi, un fondo de inversión que gestiona el patrimonio de ocho familias españolas, se hizo a finales de 2015 con la propiedad del antiguo hotel Senator de Estepona. Estas inversiones son firmes contantes y sonantes. Quedan otras al albur. El caso más sonado es el de la torre hotelera del Puerto de Málaga que ha planteado la sociedad Andalusian Hospitality, respaldada por inversores de oriente medio.

A estas operaciones se suman otras algo más antiguas, como la protagonizada por el fondo Magna Invest, de capital libio y sede en Luxemburgo, que en 2013 compró el hotel Don Miguel de Marbella. Entonces anunció una gran inversión para modernizarlo y su reapertura pero lo cierto es que cerró en 2004 y cerrado sigue todavía.

Esta se puede considerar la segunda generación de inversores en el negocio hotelero que se registra en poco más de dos décadas. El boom inmobiliario provocó el desembarco en la Costa de numerosos promotores interesados en entrar en el segmento hotelero para diversificar sus negocios. La crisis posterior arrastró después con la misma intensidad aquellas operaciones. Este fue el caso, por ejemplo, de Byblos o Incosol. Ahora, con pocos destinos claros para la inversión, los hoteles han regresado a la primera línea gracias a las excepcionales tasas de ocupación, beneficios y expectativas a medio plazo que ofrecen. La tensión que imprimen los fondos interesados en captar oportunidades se agrega a la que protagonizan las propias compañías del sector turístico, que también tratan de no perder comba en el juego.

El grupo mallorquín Logitravel, especializado en la comercialización de productos turísticos en internet, ha cerrado un compromiso de compra del hotel Camino Real de Torremolinos. El consejero delegado del grupo, Ovidio Andrés, reconoció públicamente el año pasado el interés de la compañía de entrar en la actividad hotelera, fundamentalmente para garatizarse alojamiento disponible en zonas costeras maduras. La Costa del Sol ha sido el primer destino elegido.

El grupo hotelero Palia, también de Mallorca, se adjudicó el año pasado en subasta y por 13 millones de euros el hotel Las Palomas de Torremolinos, mientras que la firma catalana Estival Group ha adquirido el hotel Torrequebrada, un establecimiento que después de varias compras y ventas había quedado en manos del banco Popular. La operación se cerró en junio, justo en la víspera de que el Santander comprara el Popular.

Además, el año pasado la compañía inmobiliaria Ayco se hizo por 9,7 millones con el hotel Byblos, otra insignia de los tiempos de gloria de la Costa que resultó arrastrada por la quiebra de Aifos. El Ayuntamiento de Mijas anunció que la operación se elevaba a 60 millones, al incluir en este importe la inversión en modernizar y actualizar el complejo. No obstante, el proyecto todavía no ha arrancado.

Además, Ilunion, del grupo ONCE, compró en 2015 el hasta entonces denominado hotel Monte Málaga (cuatro estrellas), mientras que el grupo chileno Phoenix, del magnate Orlando Chacra Orfali, adquirió en 2014 con La Quinta (cinco estrellas), en Marbella, municipio también elegido por el grupo saudí Fas Hotels para su desembarco en la Costa del Sol. En 2014 compró el antiguo NH Alanda y lo convirtió en el que es por ahora el primer cuatro estrellas de la provincia que respeta el conjunto de normas musulmanas agrupadas bajo el epígrafe halal.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios