El Rocío

Doce hermandades onubenses iniciaron ayer su peregrinar

  • Romeros de Moguer, Rociana del Condado, Hinojos, Bonares, Bollullos, Lucena del Puerto, Paterna, Villalba del Alcor, Niebla, Chucena, Manzanilla y Escacena transitan ya por rutas de arena.

Doce hermandades onubenses se pusieron ayer en camino para participar en la romería del Rocío 2008. Moguer, Huelva, Rociana del Condado, Hinojos, Bonares, Bollullos, Lucena, Paterna, Villalba, Niebla, Chucena, Manzanilla, Escacena ya se han puesto en marcha. Mientras las primeras que salieron han empezado a llegar a la aldea como Isla. La última en salir es La Palma que lo hace hoy.

Moguer salió ayer siempre ha sido uno de los momentos más emotivos el de la llegada del Carretón con el Simpecado hasta la ermita de la Patrona, la Virgen de Montemayor, parada para rezar el Ángelus e intercambiar ramos de flores y vivas entre cantos por sevillanas a los dos ‘Divinos Apellidos’ de Moguer, alto en la senda para cambiar también la yunta de bueyes que supone la despedida de la localidad para adentrarse ya en el camino que lleva el nombre de la localidad juanramoniana.

Y ayer lo fue más al coincidir este año el Rocío con la Romería de Montemayor. Momentos de grandes emociones y sentimientos encontrados se vivieron en el interior de la ermita entre los miembros de la filial moguereña y los rocieros que la acompañarán hasta la aldea hoy para participar durante el fin de semana en la romería de Pentecostés, otra gran parte de los que ayer iniciaron el camino tenía previsto regresar anoche o en la mañana de hoy desde Pino Gordo para estar en Moguer, en su romería.

Pero la despedida en Montemayor fue sólo un hasta luego ya que desde el Rocío un gran número de moguereños tienen previsto desplazarse a Moguer para la procesión de la Virgen por el coto romero en la tarde del domingo.

Situación de coincidencia de romerías que no se repetía desde hace 20 años en un año además especial ya de por sí para la hermandad moguereña por encontrarse en Santa Clara el Simpecado y la carreta por las obras de reforma de la casa de la Plaza de la Iglesia. Este año no le decía adiós en la mañana del jueves la torre de la ‘giralda moguereña’, sino la espadaña del vetusto monasterio de la Plaza de las Monjas, desde donde a las 8.30 de la mañana tras cumplimentarse el “rito” de enganchar los bueyes la comitiva, la hermandad, con su presidente Manuel Morales a la cabeza, y los mayordomos, un matrimonio residente en Zaragoza, con lazos familiares y de amistad en Moguer, Jesús Corao y Eva Cañizares, a quienes acompañaban un año más la Hermandad de Barajas, partía para la misa de romeros en la Plaza de la Coronación, que daba paso al inicio de un camino que finalizará en torno al mediodía de hoy cuando ya la filial moguereña divise desde las Tinajas la blanca ermita de la Virgen del Rocío.

Las Hermanas de la Cruz, el colegio Pedro Alonso Niño, donde un grupo de escolares cantaron sevillanas al paso de la Carreta y colocaban un ramo de flores junto al Simpecado, o la parada en el ayuntamiento, donde el alcalde Juan José Volante realizó otra ofrenda floral, fueron también momentos de emoción ya tradicionales en la salida de Moguer antes de llegar a Montemayor, donde entre los sombrajos que esperan a los moguereños para su romería la Carreta partía pasados unos minutos de la una de la tarde. De la ermita a Milanillo, donde la hermandad almuerza, y de ahí, hasta Pino Gordo para hacer noche.

Tras la preceptiva misa de romeros la carreta de la Hermandad de Rociana partía tras el indispensable paseíllo con el que los romeros se despiden del municipio. Como siempre una de las características más subrayadas de la hermandad es la enorme caballería de la que hacen gala, hecho que quedó refrendado en el cerca del centenar de equinos que abrían el paso de la carreta, todos ellos cabalgando junto con el grupo de tamborileros de la Asociación rociera 2019.

El acompañamiento de charretes, carriolas y tractores lo le anduvo a la zaga, dejando tras de sí una inmensa estela de colorido romero y música por sevillanas que narran el sentido de esta peregrinación.

Niebla coronó ayer las arenas almonteñas al completar más de cuarenta kilómetros. Pero el esfuerzo invertido en el camino es una cuestión baladí cuando la recompensa es volver a contemplar a la Blanca Paloma. Y esos deseos fueron con los que la localidad madrugó para celebrar la misa de romeros que se celebró a las 8.15 de la mañana. Nada más concluir la eucaristía el hermano mayor, Jesús Peña, y su presidente Antonio Gómez, ordenaban emprender el camino, tras lo cual la carreta abandonaba el interior de la fortaleza iliplense y emprendían rumbo al municipio de cuya hermandad Niebla fue madrina. Una vez en Rociana, la carreta recibió vítores y vivas y fue acompañada hasta los cuatro caminillos, enclave en los que la carreta se perdió por la senda de arena hasta el pino Cáceres.

Punta Umbría se queda sin lugar para el sesteo

La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Punta Umbría mostraba ayer a través de su hermano mayor, Miguel López Abreu, “su indignación ante la situación vivida en la zona de Las Macetas”. Al parecer los romeros se encontraron con la zona donde pernoctan en su segundo día de camino “sin sitio para acampar por una repoblación de pinos, que no nos permitía hacer el sesteo como de costumbre. Más del setenta y cinco por ciento de la superficie que normalmente ocupamos estaba repoblada y tuvimos que acampar dispersos unos de los otros”. El presidente de la hermandad dijo que “durante los diez últimos años esta hermandad ha hecho uso del lugar”.

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