El Puerto

Un símbolo que cae bajo la piqueta

  • El monumento de las velas, en la rotonda de Pozos Dulces, fue derribado en la madrugada del miércoles con motivo de las obras del nuevo parking

  • La nueva glorieta será redonda y más pequeña

El monumento de las velas en la rotonda de Pozos Dulces ya es historia. Como ya se había anunciado hace algunos meses las obras de construcción del nuevo aparcamiento subterráneo han obligado a retirar de allí el monolito que levantara el ex-alcalde Hernán Díaz en el año 2001, y que durante años se convirtió en todo un símbolo de esa etapa municipal.

Sobre las diez de la noche del martes se iniciaban los trabajos de demolición, que se acometieron de madrugada para evitar problemas de tráfico en una zona tan transitada. Aún así, en la mañana de ayer miércoles, cuando ya solo quedaban del monumento los hierros que sostenían en pie la estructura, se formaron algunas retenciones en la zona de Pozos Dulces, a causa de la presencia del camión encargado de recoger y retirar los escombros.

El derribo del monolito ha despejado de nuevo la visión del convento del Espíritu Santo

El monumento de las velas, como era popularmente conocido este monolito, se levantaba unos 15 metros sobre el suelo y estaba construido en una sola pieza, lo que hacía muy costoso cualquier planteamiento de traslado y custodia. También desde el gobierno municipal se aludía hace unos días a su "dudoso estado de integridad", razonamiento que reforzó la opción del derribo, una demolición que algunos ciudadanos no han entendido, sobre todo teniendo en cuenta el dinero que costó su construcción, unos 850.000 euros, más otros 60.000 que hubo que añadir unos años después de su inauguración para realizar varios ajustes.

El derribo del monumento vendrá seguido de la desaparición de la actual rotonda, ya que parte del nuevo aparcamiento subterráneo se sitúa bajo la glorieta, mientras que además todas las tuberías de agua que discurren bajo la zona tendrán que redistribuirse para dejar libre el cajón del nuevo parking, de modo que justo debajo de la rotonda se situará un cajón para la recogida de las aguas pluviales.

Una vez que se terminen los trabajos de retirada de escombros y comience el desvío del tráfico a causa de las obras del nuevo parking, el proyecto contempla la construcción de una nueva rotonda, aunque más pequeña que la anterior y de forma redonda en lugar de ovalada.

Nada más demolerse el monolito, ayer se recuperaba de nuevo la vista originaria del convento de Pozos Dulces, un edificio histórico que había quedado tapado por la altura del monumento.

Se prevé que los trabajos de retirada de la base del monolito se prolonguen aún durante esta semana, ejecutándose los trabajos durante la noche para evitar problemas de tráfico.

Durante el mandato del popular Enrique Moresco, cuando parecía que las obras de los parkings iban a ser inminentes, se anunció incluso la posibilidad de que el monumento de Pozos Dulces se realojara en otra zona de la ciudad, aunque esta opción se descartó entonces el coste económico que hubiera supuesto dicha operación.

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